Aumenta la preocupación porque los surcoreanos en China, cerca de la frontera con Corea del Norte, puedan ser blanco de secuestros o atentados terroristas a manos del régimen de Kim Jong Un.
Últimamente, muchos periodistas viajan a las ciudades fronterizas de China para conocer los cambios producidos tras las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte.
Ya se han reportado casos de agentes norcoreanos que intentaron secuestrar o atacar a periodistas o misioneros surcoreanos. Según afirman, Pyongyang tiene en el punto de mira a los sureños, pues según un desertor norteño que fue guardia del Ejército comunista, confesó que la prensa sureña es objeto de vigilancia, e incluso contratan a chinos para seguir más de cerca sus actividades.
Ante esta situación, el Gobierno de Seúl ha solicitado a periodistas y religiosos que frecuenten la frontera entre China y Corea del Norte, que guarden especial precaución.