El Gobierno ha decidido suprimir desde el 1 de marzo de forma provisional el pase sanitario en todas las instalaciones de uso público. 

La medida considera las características de la variante ómicron, más contagiosa pero mucho menos letal que las cepas que predominaron antes que ella, y la necesidad de reformar las pautas preventivas conforme a ellas.  

Según las autoridades a cargo, el pase sanitario fue implementado para secundar la vuelta a la normalidad de las personas ya vacunadas y para proteger a los no inmunizados en una situación en la que la cepa predominante en el país era la variante delta, que conllevaba una alta tasa de mortandad. Sin embargo, ahora que la variante ómicron ha reemplazado a la delta, existe la necesidad de cambiar el esquema de prevención, reasignando el personal y los recursos usados actualmente en la emisión de certificados negativos de PCR para uso como pase sanitario a la atención a positivos y a enfermos graves. 

 La supresión provisional del pase sanitario fue decidida en este contexto para todas las instalaciones de uso público, incluyendo restaurantes y cafeterías.