Crónicas de Corea

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Seúl y sus ciudadanos recuperan el arroyo Cheonggyecheon

2015-11-10

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El arroyo Cheonggyecheon, que fue recuperado en 2005, se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos y turísticos de la capital coreana. La historia del riachuelo es la historia misma de Seúl. Cuando se estableció el reino de Joseon en 1392, Seúl, que entonces se llamba Hanyang, fue declarada como capital. Por estar rodeada de elevaciones, se producían inundaciones cada vez que había una lluvia copiosa. Por esta razón, una de las tareas que emprendió Taejo, el primer rey de Joseon, fue realizar mejoras fluviales. El nombre Cheonggyecheon es una abreviación de Cheongpunggyecheon, que era un riachuelo que nacía en el monte Inwang. Tenía casi 6 km de largo y cumplía el papel de desagüe de la capital. El Cheonggyecheon tenía muchos puentes que unían las dos grandes zonas de Bukchon y Namchon de la antigua Seúl. En los alrededores había personas que le leían historias a la gente, pintores, comerciantes... Sobre todo, en la primera luna llena del año, era costumbre cruzar alguno de sus puentes para pedirle deseos a la luna. Durante el período más férreo de la dominación japonesa, se convirtió en lugar de asentamiento de las personas que venían del interior del país en busca de una vida mejor. Tras la liberación del país y la Guerra de Corea, la situación empeoró aún más pues allí se asentaron las personas desplazadas de Corea del Norte, y la zona se convirtió en foco de epidemias e incendios, por lo que en la década de los 50 comenzaron las obras para cubrir Cheonggyecheon. Entonces, esas obras fueron consideradas como un símbolo del desarrollo y la modernización del país, por lo que en 1961, cuando se completaron, se festejó por todo lo alto. El cruce elevado de Cheonggyecheon que aliviaría la congestión del tráfico en el centro de Seúl, se inauguró en 1976 y al año siguiente se completó el proyecto de enterramiento del arroyo. De este modo, bajo el suelo desapareció el tramo del Cheonggyecheon que se extiende desde el puente Gwanggyo hasta el puente Ogansugyo, y se eliminaron todas las viviendas precarias de los alrededores, por lo que la zona fue renovada por completo. Sin embargo, en los años 90 se empezó a crear la opinión de que Cheonggyecheon debía recuperarse. Los historiadores decían que no se podía dejar que un patrimonio cultural tan importante de la ciudad permaneciera enterrado, y los medioambientalistas afirmaban que ya era hora de que el arroyo volviera a respirar y la zona recuperara su aspecto original. En 2002 Lee Myeong Bak resultó elegido como alcalde de Seúl, quien, en cumplimiento de su promesa electoral, comenzó en julio de 2003 las obras de recuperación del arroyo. El primer paso para recuperar Cheonggyecheon fue suprimir el cruce elevado y la capa de cemento y asfalto que lo tapaba. Dos años después, el 1 de octubre de 2005, se llevó a cabo la ceremonia de inauguración del nuevo arroyo Cheonggyechon. El tramo recuperado tiene una longitud de 5,84 km y se extiende desde la Plaza Cheonggyecheon hasta el puente de rieles Sindap. Además, se creó una zona verde de 252.000 km2 alrededor y un sendero de paseo de 12 km de largo a lo largo de sus orillas. Así, el arroyo ha vuelto a ser el escenario de confesionres, amores y alegrías de los seulitas mientras pasean junto a sus aguas. De noche, iluminado por las luces, presenta un paisaje todavía más fascinante, y sin duda alguna, se ha convertido en uno de los principales atractivos de Seúl. Según el organismo que se encarga de su mantenimiento, a lo largo de estos diez años desde su recuperación, por Cheonggyecheon tran transitado 191.450.000 personas. Según el Ministerio de Turismo, Cultura y Educación Física, sólo el año pasado fue visitado por 81.4000 turistas extranjeros.