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Viaje

Templo Mangwolsa, un refugio en medio del bosque

2017-06-19

Corea a Diario


El monte Dobong, ubicado entre la capital coreana y la colindante provincia de Gyeonggi, ostenta un paisaje muy bello formado por sus tres principales picos, Manjangbong, Jawoonbong y Seoninbong. Tan bello es el paisaje de esta montaña que desde antaño la gente llamaba a Dobong como el pequeño ‘Geumgang’, conocido como el monte el más hermoso y paisajístico situado en la parte norteña de la península coreana.
En el monte Dobong se ubica el templo Mangwolsa, fundado por el sacerdote budista Haeho en el año 639, octavo año del gobierno de la reina Seondeok de Silla por orden de la propia monarca, con el deseo de ver que la dinastía prosperase para siempre. Es conocido como el lugar en que se recluían varios miembros de la familia real y altos dignatarios de Silla, entre ellos el príncipe heredero del rey Gyeongsun.
Desde su creación hasta la fecha ha sido remodelado y ampliado en varias ocasiones, por lo que hoy día ostenta un recinto espacioso lleno de bienes designados como patrimonio cultural por el gobierno provincial de Gyeonggi, entre ellos los restos y reliquias de grande monjes como Hyegeoguksa y Cheonbongtaeheul.


El paseo desde la falda del monte Dobong hasta el templo es en sí una delicia. Caminar por el sinuoso sendero que lleva hacia Mangwolsa sintiendo la brisa que acaricia el rostro y escuchando las hojas de árboles mecerse movidas por el viento, es una experiencia mucho más que placentera. En algún punto del valle por donde escarpa el sendero, es posible ver la antigua sede de la casa donde vivió unos 40 años Eom Hong Gil, el célebre alpinista que coronó los 14 picos del Himalaya de más de 8.000 metros de altitud.
Al continuar por el sendero encontrarán un cartel que reza: “900 metros para llegar a Mangwolsa”. Desde allí se extiende una escalera de piedra y al otro extremo de la escalera hay un banco, donde podrán disfrutar de una perspectiva panorámica de la ciudad de Seúl. Sin duda es un lugar ideal para descansar sus piernas y de paso disfrutar del paisaje de la capital coreana.
Una vez lleguen a Mangwolsa, podrán dar un paseo por el recinto y ver los bienes culturales que allí se custodian; pero no se olviden de probar el agua de un manantial que hay bajo una gran roca situada frente al pabellón Yeongsan, pues es tan fresca que saciará su sed al instante.


Para llegar al templo hay que tomar la línea 1 del Metro de Seúl y bajarse en la estación Mangwolsa. Si caminan recto tras dejar atrás la salida Nº3, verán que el camino se divide en dos. Tomen el sendero izquierdo y tras recorrer unos 2 km más, finalmente llegarán a su destino.

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