Callejuelas estrechas, casas que parecen mansiones, coches de lujosas marcas europeas, personas que van y vienen en bicicleta, pequeños restaurantes donde un taxista se sienta al lado de un diplomático… Estas son algunas de las escenas frecuentes del barrio de Seongbukdong, al noreste de Seúl. Este vecindario tiene la fama de ser uno de los más prestigiosos del país, pues allí viven ricos y famosos. Pero al otro lado de la calle, sobre una pequeña colina, también se ubica una de las zonas más pobres, con pequeñas viviendas pegadas una al lado de otra como si fuera un solo edificio.
Muchos describen este vecindario como uno de los mejores sitios para conocer las dos caras de Seúl. En especial, puede ser realmente atractivo para aquellos que gusten de la arquitectura tradicional de Corea porque aquí preservan muy bien las casas al estilo antiguo, un aspecto de importante valor histórico, como las de luchadores independentistas y literatos, etc.

Siguiendo la calle de subida que se une con el monte Bukak, podrán llegar a un pequeño espacio que hace las veces de observatorio, donde podrán disfrutar de la hermosa vista panorámica de la ciudad. Si hace buen tiempo les recomiendo que vayan de noche, pues permite disfrutar del cielo estrellado de Seúl.


Pueden empezar el recorrido en la Escuela Primaria Seongbuk, que los guía hacia una calle asfaltada con grandes mansiones y viviendas de lujo, y después dirigirse a la cima para ver la vista panorámica de Seúl. A diferencia de otros barrios de la ciudad, donde es muy en común encontrar grandes complejos de apartamentos, aquí hay mayormente residencias de pisos bajos y hay muy pocos edificios altos.

Luego, pueden entrar en cualquiera de sus pequeños restaurantes, que más bien se parecen comedores, para degustar platos caseros de la gastronomía coreana. Si no desean comer, pueden disfrutar de una infusión, pero no en una de esas grandes cadenas de cafeterías, sino otras singulares y con personalidad propias. Aquí hay varias cafeterías que prepararan el café a mano, sin máquinas electrónicas, lo que permite deleitar un sabor profundo, e incomparable que no tiene nada que ver con el café instantáneo. Además, los establecimientos están muy bien decorados, y hacen sentir como si estuviéramos en una galería de arte o en una tienda de antigüedades, así que merece la pena detenerse en ellos durante el recorrido por este barrio.


Si quieren sentir un ambiente diferente al de los principales destinos turísticos de la ciudad, dar un tranquilo paseo y disfrutar de la hermosa vista panorámica de la metrópoli sin coste alguno, Seongbukdong es el lugar ideal.

No hay una estación de metro que lleve directamente al barrio de Seongbukdong, pero pueden acceder fácilmente desde la salida número 6 de la estación de la Universidad Hangseong de la línea 4, tomando el autobús número 1111, que les deja justo allí en su destino final.