En realidad, cuando hablamos del hotel Silla, lo primero que se nos viene a la mente es la imagen suntuosa y elegante de ese establecimiento, considerado como uno de los más lujosos de Corea, que goza del prestigio de ser el alojamiento preferido de los líderes y personalidades ilustres del mundo. Tal es así que a muy pocos se les ocurre visitar este hotel solo para dar un simple paseo, pues lo común es que piensen en lo costoso que resulta alojarse en él o comer en uno de sus exquisitos restaurantes. Pero lo que no saben con certeza es que hay un pequeño parque con esculturas al aire libre ideal para caminar en los ratos de ocio.
Inaugurado en 1987, el Parque de Esculturas del Hotel Silla fue el primer parque privado de Corea, abierto al público en general. Este sitio se encuentra en el jardín trasero del edificio Yeongbingwan de este hotel y se extiende por unos 132.232 metros cuadrados y colinda con la antigua fortaleza de Seúl, lo cual le infunde un ambiente mucho más tradicional y sereno.


Para acceder a este parque hay que atravesar primero la entrada principal del hotel, que a su vez se sitúa al lado del Complejo Deportivo Jangchung (장충). Los visitantes más observadores notarán que la misma entrada anticipa que estamos en un sitio especial en donde converge la tradición con la modernidad. Este portón tiene una larga historia: en tiempos de la colonización japonesa, los invasores destruyeron el palacio Gyeongheegung (경희궁) y la puerta principal, conocida como Heunghwamun (흥화문), fue trasladada a Bakmunsa (박문사), un pequeño altar dedicado a Ito Hirobumi, ex residente general japonés en Corea. Luego de la emancipación nacional este altar fue cerrado y en su lugar se construyó el Yeongbingwan y Heunghwamun fue utilizado como portón de entrada del hotel Silla. Pero en 1988, cuando empezaron las obras de reconstrucción del palacio Gyeongheegung, esta puerta fue devuelta a su sitio de origen y el hotel Silla optó por reemplazar este antiguo portón por un ejemplar de imitación, elaborado con las mismas características de Heunghwamun.
Tras entrar al predio del hotel hay que subir una pequeña cuesta, pues este establecimiento se encuentra en una leve colina. Tras atravesar la playa de estacionamiento hay que subir por unas escaleras para llegar al Yeongbingwan, un edificio anexo en forma de hanok, la vivienda tradicional coreana. El parque de esculturas empieza justamente desde el angosto pasillo de la izquierda de este edificio y se extiende sobre una ligera colina en la que hay salpicadas diversas y muy originales piezas de arte contemporáneo mezcladas con otras que conservan el estilo del arte tradicional coreano.
Una vez se alcanza la cima de la colina los paseantes pueden descansar plácidamente en el pabellón octagonal, contemplando la magnífica vista de los alrededores del hotel, una panorámica inigualable que combina el moderno conjunto de rascacielos de Seúl con la belleza tradicional del hotel Silla, la vegetación del parque y la ladera del monte Namsan. Y por supuesto: las esculturas, que son las que dan ese toque artístico al conjunto. Por cierto, entre las obras que más llaman la atención de los visitantes podemos mencionar ‘Conjunto familiar’, una creación original que representa a los diferentes integrantes de una familia, como si fueran brotes de soja que acaban de salir de la tierra. Asimismo es muy llamativa la obra ‘Personas esperando’, un conjunto de tres estatuas masculinas vestidas con ropa de invierno y encogidas de hombros, como si aguantaran el gélido frío invernal. En total hay unas 70 piezas de arte que son el deleite de los paseantes, y a un costado se levantan los restos de la antigua fortaleza de Seúl, construida en la dinastía Joseon y que además de ser un testimonio de la larga historia de la capital coreana representa en sí una verdadera obra de arte.


Para acceder a este parque hay que tomar la línea 3 del metro de Seúl y bajarse en la estación de la Universidad Dongguk. Saliendo por la salida No.5 llegarán a la entrada principal del hotel Silla.
Ah, último consejo para quienes visiten el Parque de Esculturas del Hotel Silla: tras recorrerlo y disfrutar del paisaje, pueden ir a probar una de las delicias propias del barrio Jangchung. Bajando de la entrada principal del hotel Silla, en dirección a Dongdaemun encontrarán una calle exclusivamente dedicada a jokbal (patas de cerdo al vapor). ¡Pruében este plato sin falta, que no se van a arrepentir!