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La compra de la automotriz Ssangyong por parte de la empresa de autobuses eléctricos Edison Motors fue cancelada esta semana. El contrato quedó anulado al no completar el comprador el depósito de la operación en el plazo establecido, que culminaba el 25 de marzo. La fallida operación sitúa nuevamente a Ssangyong ante la encrucijada de si liquidar la empresa o intentar reanudar sus negocios.

El consorcio Edison Motors, integrado por dicha empresa fabricante de autobuses eléctricos y por la agencia de fondos privada KCGI, firmó en enero de 2022 un contrato para adquirir la automotriz Ssangyong y se comprometió a completar el pago de compra, del que restaban 274.300 millones de wones, hasta el 25 de marzo. Sin embargo, al no cumplir este término la adquisición se canceló.

Al respecto, algunos opinan que era un desenlace obvio, considerando la disparidad entre Ssangyong, que durante mucho tiempo fue una de las marcas de coches más famosas de Corea, pese a las severas dificultades administrativas, y Edison Motors, una compañía incipiente especializada en autobuses eléctricos. De hecho, al divulgarse que sería el nuevo propietario de Ssangyong, muchos describieron la adquisición como “el pez chico se come al grande”.

Ssangyong nació en 1954 y se convirtió en lo que la gente conoce como Ssangyong Motor en 1986, al ser comprada por el grupo corporativo homónimo. Entonces, la automotriz creció vertiginosamente gracias a su elevado nivel tecnológico y de diseño en todoterrenos. Pero los problemas comenzaron al disolverse Ssangyong Group por la crisis financiera asiática de 1997. Posteriormente, la empresa pasó a manos de Daewoo, aunque esta fusión tampoco tuvo un final feliz, pues el grupo Daewoo se desmoronó y Ssangyong volvió a estar en manos de los acreedores. Algo positivo de esta situación, fue que Ssangyong logró normalizar su gestión y poco después llegó a disfrutar de una rentabilidad récord. En todo caso, seguía con problemas financieros y en 2004 fue absorbido por SAIC, el mayor grupo automotriz de China. Contrariamente a las expectativas, dicha firma no invirtió nada en Ssangyong, y se centró en apropiarse de la tecnología acumulada por dicha marca de coches surcoreana, a tal punto de provocar una quiebra intencional y salir de la gestión. Tras ese duro periodo, en 2010, Ssangyong fue adquirida por el Grupo Mahindra de India, pero el conglomerado no pudo superar los consecutivos déficits, las escasas ventas y la disminución de capital, y en junio de 2020 renunció a todo derecho administrativo. En este contexto, el consorcio Edison Motors ganó la licitación para ser el nuevo propietario de Ssangyong, aunque la marca está otra vez “en el aire” pues, según la normativa vigente, debe presentar un plan de saneamiento hasta el 1 de mayo y hallar nuevo comprador antes del 15 de octubre.