Hijack 1971 (하이재킹)
Cuando se trata de películas basadas en hechos reales, ya sea un acontecimiento con carga política o la vida de un ciudadano heroico, la mayor decepción para el público suele llegar en esas escenas diseñadas para provocar lágrimas o empatía, o por un desenlace demasiado dramático. Este puede ser el caso de la película ‘Hijack 1971’, que si bien capta la atención al trasladar a la gran pantalla un momento impactante de la historia contemporánea de Corea, fracasa al envolver completamente al público.
La obra, incluida en el género de acción y crimen, sigue una trama simple centrada en un piloto de buen corazón, Taein, encarnado por Ha Jung Woo. En los cien minutos que dura la película, Ha interpreta de una manera convincente a dicho personaje, un expiloto de aviones de combate de la Fuerza Aérea que tuvo que darse de baja por no obedecer la orden de un superior de derribar un avión de pasajeros y se convirtió en piloto comercial. Su actuación es genuina y sensata en todas las escenas, y ese es uno de los puntos más destacables de la cinta.
Tras mostrar el pasado de Taein, la película rápidamente avanza dos años después y lo sitúa en 1971 pilotando un avión comercial hacia el Aeropuerto Internacional de Gimpo. Sin embargo, poco después de despegar, surge una situación que nadie esperaba: un hombre, de nombre Yongdae, se levanta para secuestrar el avión y amenaza a los pilotos, tomando como rehenes a los pasajeros y a la tripulación, para que se desvíen de la ruta prevista y lleven la aeronave a Corea del Norte. La cinta cuenta así, con algo de ficción, un caso real acontecido en 1971, cuando el vuelo F27 de Korea Air fue secuestrado mientras transportaba a 55 pasajeros y cinco asistentes de vuelo el 23 de enero de ese mismo año. Sobre las personas a bordo, los datos indican que once de ellos siguen en paradero desconocido, aunque se sospecha que pueden permanecer retenidos en Corea del Norte desde entonces.