La película ‘Sobre la familia’ narra la historia de un monje budista cuya vida da un giro cuando dos niños de repente se presentan ante él afirmando ser sus hijos: seres que nacieron de las muchas donaciones de esperma que hizo antes de ordenarse monje, cuando aún era un joven universitario. Así, este largometraje empieza hablando de los lazos biológicos para luego romper el mito de la “familia normal” y enfatizar que la familia no nace de la consanguinidad, sino del deseo de ser familia. 

A partir de la llegada de aquellos niños que alegan ser sus hijos biológicos, el personaje principal, Munseok, empieza a preguntarse si acaso, al igual que ellos, podría haber otros nacidos de la misma manera, dispersos por el mundo. Y a medida que va investigando descubre muchas verdades, como la historia de una pareja de amigos que tuvo una hija con el esperma que él donó, o el caso de un niño que nació gracias a su donación pero que poco después sufrió una muerte súbita. Entonces Munseok reflexiona sobre su pasado, llegando a plantearse preguntas mucho más profundas: si esos niños nacieron de su esperma, ¿de dónde nació él? ¿Cuál es su origen y cuál su destino final?

Impulsado por estas preguntas, Munseok piensa en su nacimiento. En su madre que falleció y en su padre, con quien nunca se llevó bien, hasta recordar lo que le dijo el monje que lo indujo al budismo cuando estaba sumido en la tristeza por la muerte de su madre: “Todo lo que existe en este mundo es tu madre y tu familia”. Estas palabras lo iluminan y Munseok concluye que la semilla de la familia y de todo es el amor; que en el origen y en el desenlace de todo está el amor. Finalmente, Munseok recibe los resultados de la prueba de paternidad entre él y los dos niños, y descubre que no es su padre biológico. Aun así, Munseok y su padre los acogen, y juntos forman una gran familia.