Dark Nuns (검은 수녀들)
‘Dark Nuns’ hereda el universo de terror creado en ‘The Priests’ por el director Jang Jae Hyun. Ambas películas comparten una estructura similar, que yuxtapone dos personajes opuestos: uno con mucha experiencia y otro novato. Esta dinámica genera, en algunos momentos, una conexión íntima entre ellos, mientras que en otros los enfrenta. Además, ambas historias destacan la solidaridad entre estos personajes que, unidos por su fe, luchan para salvar a un ser poseído. Sin embargo, a pesar de estas similitudes, la impresión que deja ‘Dark Nuns’ en el espectador es muy diferente a la de ‘The Priests’. Esto se debe a que, a diferencia de la película de 2015, ‘Dark Nuns’ se centra más en explorar la psicología y el interior de los personajes, que en mostrar los rituales de exorcismo. Para lograrlo, el director recurre a técnicas fotográficas muy específicas, que resultan ser las más adecuadas para representar las limitaciones físicas y emocionales de los personajes. Un buen ejemplo son los primeros planos extremos, donde solo vemos los rostros de las dos monjas protagonistas o un acercamiento a ellas, con apenas uno de los hombros de quien las acompaña o el objeto que están observando. Estas tomas reflejan de manera visual la presión que sienten, así como las restricciones que enfrentan debido a la regla que impide a las monjas sin orden sacerdotal realizar exorcismos, a pesar de la poderosa capacidad espiritual que desarrollan en contra de su voluntad.
La protagonista de la trama es Junia, quien un día se cruza con un joven y, de inmediato, se da cuenta de que está poseído por un demonio. Este no es un demonio cualquiera, sino uno muy poderoso. Para liberarlo es necesario un exorcismo, pero al ver que esperar la llegada del sacerdote autorizado podría matar al chico, Junia decide actuar por su cuenta. Rompe el tabú y comienza el ritual, violando la regla que prohíbe a las monjas sin orden sacerdotal realizar exorcismos y retando incluso al médico-sacerdote que, confiado en la medicina, no cree que el chico necesite un exorcismo. En su lucha, Junia encuentra una aliada en otra monja, Micaela, quien, aunque no aprueba todo lo que hace Junia, decide ayudarla por la empatía que siente hacia el joven poseído. Juntas, comienzan una intensa lucha para salvarlo.