ⓒ KBS News¿Sabían que en Corea la gente se quita los zapatos antes de entrar en casa? Lo cierto es que esta costumbre no es exclusiva de Corea. Muchas culturas del mundo comparten esta práctica. Las razones varían, desde cuestiones higiénicas hasta significados religiosos o culturales. Pero en todos los casos, descalzarse al cruzar el umbral de un hogar es un gesto que refleja respeto por el espacio y por quienes lo habitan.
En Corea, esta tradición tiene raíces muy profundas y se practica de forma generalizada, sin excepciones, en todos los hogares. Al entrar en una casa coreana, lo primero que encontramos es el vestíbulo, una zona especialmente diseñada para dejar los zapatos. Este espacio no solo sirve para almacenarlos, sino que marca simbólicamente la transición entre el mundo exterior —más sucio, más caótico— y el interior del hogar, que debe permanecer limpio y armonioso. Aquí, descalzarse no es opcional: es obligatorio. En muchos casos, los anfitriones ofrecen zapatillas de andar por casa, y suelen tener varios pares disponibles para los invitados.
Una de las principales razones por las que esta costumbre se ha mantenido hasta hoy es el sistema de calefacción tradicional coreano, conocido como ondol. Su origen se remonta a tiempos prehistóricos. Según hallazgos arqueológicos, se han encontrado estructuras similares al ondol en yacimientos neolíticos de la ciudad de Rason (라선), en la actual Corea del Norte, que datan aproximadamente del año 5000 antes de Cristo.
Durante la Edad de Bronce, hacia el 900 antes de Cristo, el sistema ondol empezó a desarrollarse de forma más estructurada, especialmente en el antiguo reino de Goguryeo. Posteriormente, se extendió durante el periodo de los Tres Reinos de Corea, entre el año 57 antes de Cristo y el 668 de nuestra era. Las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz numerosas evidencias de este sistema.
El ondol funciona calentando el suelo de la vivienda mediante el calor que genera una chimenea conectada a una red de conductos bajo el piso. El calor se distribuye de forma uniforme, ofreciendo una calefacción eficiente y muy confortable durante los duros inviernos coreanos.
Pero el ondol no solo calienta, también ha influido en la forma de vivir. En Corea es habitual sentarse, comer e incluso dormir directamente sobre el suelo calentito. De ahí la importancia de mantenerlo siempre limpio.
Esta forma de vida ha perdurado a lo largo de los siglos y sigue presente hoy en día, incluso en la Corea más moderna. Tanto en hogares tradicionales como en rascacielos de lujo, escuelas, hospitales y edificios públicos, el ondol sigue siendo el sistema de calefacción más utilizado.
Por eso, podemos decir que la costumbre de descalzarse al entrar en casa no es solo una cuestión de limpieza. Es un reflejo de los valores culturales coreanos: respeto, armonía y consideración por los demás. Y está íntimamente ligada al ondol, ese ingenioso sistema que calienta el hogar desde el suelo.
Así que, si algún día tienen la suerte de ser invitados a una casa coreana, no lo duden: quítense los zapatos en el vestíbulo. Ah, y un pequeño consejo: si llevan los pies completamente descalzos, mejor pónganse unos calcetines. Es de buena educación no entrar con los pies desnudos en casa ajena, especialmente si hay personas mayores presentes.