Hi-FIVE (하이파이브)
En toda película de superhéroes hay dos pilares fundamentales. El primero es la acción: ese elemento que atrapa de forma inmediata al espectador, permitiéndole experimentar —aunque sea desde la butaca— habilidades sobrehumanas propias de los cómics o la fantasía. Pero si la historia que hay detrás no convence, si no se explica bien cómo los protagonistas adquieren sus poderes ni cómo los asumen como parte de sí mismos, entonces toda esa acción termina pareciendo absurda. Ahí entra en juego el segundo pilar: el sentido de la realidad. Porque, por muy sobrenaturales que sean los personajes o sus poderes, todo debe tener un pie en el mundo real. Las emociones, los conflictos, las decisiones, en fin, todo debe resonar con lo humano. Solo así el espectador puede identificarse con el superhéroe, conectar con su historia y dejarse llevar por la narración, por muy disparatada que sea.
En este sentido, Hi-FIVE, el último largometraje del director Kang Hyeong Cheol, cumple, al menos sobre el papel, con los requisitos del género. Presenta escenas de acción bien coreografiadas y un planteamiento que busca mantener los pies en la tierra, mostrando no solo cómo los personajes usan sus poderes, sino también cómo los obtienen. El problema es que los dos pilares antes mencionados, aunque estén presentes, no son lo bastante sólidos.
La historia gira en torno a cinco personajes. La protagonista es Wanseo, una joven que tuvo que dejar el taekwondo por una enfermedad cardíaca. Tras recibir un trasplante de corazón, descubre que ha adquirido habilidades sobrehumanas: velocidad, fuerza, y resistencia fuera de lo común. Y no está sola. Pronto aparece un aspirante a escritor, una vendedora de yogures, un obrero de la construcción y un joven desempleado obsesionado con las tendencias del momento, quienes también desarrollan habilidades especiales tras recibir trasplantes de pulmón, riñón, hígado y retina, respectivamente. Al descubrirse entre ellos, deciden unirse para hacer el bien. Pero lograr la armonía no es sencillo, ya que tienen personalidades, intereses y capacidades muy distintas. Todo cambia con la aparición de un sexto personaje: un hombre que, tras un trasplante de páncreas, adquiere la inquietante capacidad de absorber la energía vital de otros. A diferencia del grupo, él quiere dominar el mundo con su poder y pronto se convierte en el enemigo común que empuja a los cinco a trabajar juntos y actuar, de verdad, como equipo.

*** Recomendamos ver también…
THE ATYPICAL FAMILY (La familia atípica, 히어로는 아닙니다만) es una serie sobre los miembros de una familia muy particular que, tras haber tenido habilidades sobrenaturales, las han ido perdiendo poco a poco, absorbidos por el ritmo y las exigencias de la vida moderna. Todo cambia con la llegada de una misteriosa mujer: al principio parece querer estafarlos, pero termina siendo quien los salve.
La historia gira en torno a los Bok, una familia marcada por los poderes que alguna vez tuvo. Pero la serie no se detiene a explicar de dónde surgieron ni por qué desaparecieron. Simplemente muestra cómo estas habilidades se han debilitado con el paso del tiempo y los problemas cotidianos de la vida moderna. La abuela, que soñaba el futuro, ya no puede hacerlo porque sufre de insomnio. La hija, que volaba, ha perdido esa capacidad por el sobrepeso. Y el hijo, que viajaba al pasado, ha quedado atrapado en una fuerte depresión que lo ha dejado sin fuerzas. Todo empieza a cambiar con la aparición de Do Dahae, una masajista enigmática que se infiltra en la familia con intenciones ocultas. Pero, poco a poco, se integra en sus vidas y acaba siendo una pieza clave en su transformación.
El título original en coreano de esta serie se traduce literalmente como No es que sea un superhéroe, y esta frase resume a la perfección el corazón de esta historia. Porque aquí no hay trajes, ni batallas épicas, ni grandes misiones para salvar al mundo. Esta no es la historia de una familia de superhéroes, sino la de unos individuos que, como cualquiera, intentan sobrevivir, superar sus heridas y aprender a amar.