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Historia

Coreanos célebres El Rey Seong de Baekje sueña con reivindicar su reino

2013-04-18

<strong>Coreanos célebres</strong> El Rey Seong de Baekje sueña con reivindicar su reino
El traslado de la capital a Sabi

En el año 475, el Rey Jangsu de Goguryeo, el reino antiguo al norte de la península coreana, movilizó una tropa de 30.000 hombres para atacar Hanseong, la capital del reino sureño de Baekje. Cuando la capital sucumbe a manos del enemigo, Baekje trasladó su corte a Ungjin, más al sur, en octubre de aquél mismo año. Con este paso, Baekje intentaba resguardarse del ataque de Goguryeo para reponer sus fuerzas y reorganizar el sistema del estado.

Medio siglo después, en el año 538, Baekje trasladó la capital más al sur a Sabi, la ciudad de Buyeo de la actual Provincia de Chungcheong del Sur. Este paso tenía como objetivo una ambiciosa expansión territorial del reino, que adoptó el nombre de Nambuyeo para subrayar la tradición del clan Buyeo. Con esto, el reino de Baekje intentaba la reivindicación nacional. El monarca que inició este proyecto fue el Rey Seong.



Una nueva página en la historia tardía de Baekje

“Era inteligente, extraordinario y determinado, así la gente lo llamaba Rey Seong”

Esta cita es la descripción del Rey Seong que viene en el texto “La historia de los Tres Reinos”. El Rey Seong ascendió al trono en mayo de 523, sucediendo a su padre, el Rey Muryeong. El nombre Seong significa “rey sagrado” y viene de una palabra que se refiere al rey sagrado que maneja una rueda y que gobierna el mundo, haciendo girar dicha rueda según las leyes de Buda, sin el uso de la fuerza o las armas.

El Rey Dongseong fortaleció la alianza con los reinos vecinos de Silla en un esfuerzo por reavivar la época próspera de Baekje, el cuarto siglo de nuestra era. En el siglo VI, el Rey Muryeong estableció en todo el estado veintidós distritos especiales de administración llamados damro. El Rey Seong soñó con consolidar la unidad interna y recobrar los territorios perdidos, después de haber establecido la capital en Sabi.

El Rey se esforzó en promover el budismo como instrumento para fortalecer las bases espirituales de la nación. También puso una esmerada atención en las relaciones diplomáticas. El Rey invitó a personalidades altamente instruidas, introdujo escrituras budistas del reino de Liang de China, y mantuvo lazos estrechos con esta dinastía. Esto contribuyó notablemente a mejorar el nivel cultural de Baekje. Además, el Rey difundió el budismo y otros elementos culturales hasta Japón, donde fue conocido como el Rey Seongmyeong, que significa “el rey sagrado y sabio”.



Un final trágico

Después de trasladar la capital a Sabi, el Rey Seong concentró su energía en retomar las orillas del río Han, que habían sido cedidas a Goguryeo. Para lograr este objetivo, el monarca formó alianzas con las tropas de Silla y Gaya, creando una confederación en el año 551. Finalmente, las fuerzas aliadas bajo el liderazgo de Baekje recobraron las tierras alrededor del río Han. Sin embargo, la alegría no duró mucho ya que el rey Jinheung de Silla desechó la alianza con Baekje, apoderándose de las orillas del sur del río Han.

En el año 554, el Rey Seong desplegó un ataque militar contra Silla a modo de venganza, en contra de las objeciones de los pacifistas de su reino. Así, el príncipe heredero Chang lideró dicho ataque con 30.000 soldados. En la etapa inicial de la guerra, Baekje parecía haber tomado el control. La batalla marcó su clímax en los alrededores del fuerte de Gwansan, conocido hoy por el nombre de Okcheon en la Provincia de Chungcheong del Norte. Allí, las fuerzas de Silla realizaron un ataque de sorpresa y el príncipe Chang fue abandonado por sus hombres, teniendo que enfrentar a los enemigos en solitario. El Rey Seong corrió entonces al campo de batalla para rescatar a su hijo. En este proceso, la mala fortuna hizo que el Rey Seong fuera capturado por un soldado de Silla de muy bajo rango, recibiendo así una muerte extremadamente humillante.
Ante la muerte de su rey, los soldados de Baekje quedaron totalmente desconcertados. Así, la nación cayó en una perdición inevitable. Con esto, cuatro generales y sus 30.000 hombres fueron sacrificados en el campo de batalla en el trigésimo segundo año de gobierno del Rey Seong.

Pese a haber gobernado su reino por más de treinta años, el Rey Seong se enfrentó a un trágico final. Con su muerte se anulaba la alianza entre Silla y Baekje, que había durado por más de cien años. Esta situación afectó negativamente también los lazos de Baekje con el reino de Liang de China, así como las relaciones con Japón. En medio de este caos, el poder real disminuyó gradualmente dentro de la corte de Baekje. De esta manera, empezó a generarse un nuevo sistema de gobierno centrado en los aristócratas y el clan Mahan, autóctono de la región, comenzó a acumular poder político.



El sueño de la reivindicación nacional se desvanece

A través de la larga historia de Baekje, es difícil hallar otro personaje que haya llevado una vida tan turbulenta como el Rey Seong. Para reformular las bases de su reino, el Rey Seong puso en marcha varios proyectos como el traslado de la capital, la reestructuración del sistema de gobierno y la recuperación de los territorios que habían sido ocupados por Goguryeo. Asimismo, el Rey Seong se esforzó en elevar el espíritu nacional y la unidad entre el pueblo por medio de la difusión de la filosofía budista. Todos estos esfuerzos apuntaban hacia la reivindicación de la gloria del reino de Baekje. Sin embargo, pese al anhelo fervoroso del rey y su diligente trabajo, el sueño del florecimiento del reino de Baekje no pudo hacerse realidad, y este reino antiguo pasó así a la historia.




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