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Historia

Gil Jae, el símbolo de la lealtad

2012-12-13

<strong>Gil Jae</strong>, el símbolo de la lealtad
El monte Ju Zu se erige firme contra las aguas del río Amarillo

Aunque todos valoran la lealtad, muy pocos se adhieren a sus principios en la práctica. De ahí que se pueda decir que Gil Jae fue sin duda un hombre muy cercano a la máxima expresión de la fidelidad. Gil Jae vio los honorables cargos del gobierno como un sueño vacuo y prefirió la vida retirada en una ermita en su pueblo natal.

Oh! Las glorias de la Dinastía Zhou fueron tan altas como el cielo, pero no pudieron ofrecer consuelo a Boyi y Shugi, quienes vivieron bajo helechos en las Montañas de Occidente.
Aún en sus años de apogeo, la Dinastía Han había ignorado a Yan Ziling, quien pescaba en solitario en el Río Tong.
Mil años han pasado, pero todavía no podemos ir contra sus deseos.

Este pasaje es una alabanza al estudioso y sobresaliente político Gil Jae, conocido también por su seudónimo Yaeun. Fue escrito por Kwon Woo, un académico que vivió entre finales de Goryeo y principios de Joseon, y es una expresión que denota una admiración efusiva por Gil Jae.

Yi Bang Won, el tercer rey de la Dinastía Joseon, le ofreció un puesto gubernamental a Gil Jae. Sin embargo, éste permaneció fiel a la previa Monarquía de Goryeo, y optó por una vida retirada del ámbito público, ya que le era inconcebible servir a dos reyes.

Por la firmeza de su fidelidad hacia un único monarca, Gil Jae es comparado a la montaña Ju Zu que permaneció inmutable durante la inundación del río Amarillo en China. Es así que Gil Jae ha pasado a la historia como el símbolo de la lealtad.

Un vasallo de Goryeo

Gil Jae nació como hijo de Gil Won Jin, gobernador de Geumsan, en el poblado de Gumi en el año 1353. Éste fue el tercer año de gobierno del monarca Gongmin, y el reino de Goryeo iba entrando en decadencia.

Cuando cumplió los ocho años, su padre fue asignado a un cargo oficial de mayor rango en Boseong de la Provincia de Jeolla. Pese a ello, el salario de su padre no alcanzaba para cubrir los gastos de la mudanza de toda la familia. De esta manera, Gil Jae tuvo que pasar su infancia en la casa de sus abuelos maternos. Aunque los primeros años de su vida transcurrieron en medio de la pobreza y la soledad, Gil Jae era un pequeño amable y aplicado. Empezó a leer y escribir en el templo Dori del Monte Naeng en 1363 y en 1370 empezó los estudios del Neoconfucianismo a través de clásicos chinos como el Florilegio de Confucio y Mencio.

Posteriormente, Gil Jae se trasladó a la capital Gaegyeong para encontrarse con su padre. Pero allí empezó a estudiar bajo la tutela de renombrados intelectos como Yi Saek, Jeong Mong Ju y Kwon Geun, que habían liderado el desarrollo del Neoconfucianismo durante la última fase de Goryeo.

Gil Jae se estableció pronto como una figura prominente, según aclara su maestro Kwon Geun, quien había tenido muchos estudiantes pero ninguno como Gil Jae. Este brillante alumno aprobó los exámenes estatales de selección de funcionarios a los 31 años, e inició así su carrera en el gobierno.

Gil Jae asumió cargos relacionados con la educación antes de ser nombrado oficial responsable de los documentos y registros reales de la Cancillería de Asuntos Estatales en 1389. Por aquél entonces, había indicios de movilizaciones militares entre los oficiales del ejército para derrocar a la monarquía vigente. Al año siguiente, Gil Jae renunció a su puesto oficial y regresó a su pueblo natal, aduciendo como pretexto la mala salud de su anciana madre.

Nunca vasallo de dos reinos

Más tarde, Gil Jae fue llamado a cargos oficiales del gobierno en varias ocasiones, pero no aceptó ninguno de ellos. Tras la muerte del rey Gongyang, el último monarca de la Dinastía Goryeo, Gil Jae ofreció un luto de tres años.

Yi Bang Won, tercer monarca del nuevo reino de Joseon, había vivido en el barrio de Gil Jae cuando ambos eran pequeños. También, habían estudiado juntos en el Sunggyungwan, la institución superior de enseñanza más importante de Goryeo. Yi asignó, pues, a Gil Jae a un puesto gubernamental para manejar los asuntos rituales, pero Gil declinó el ofrecimiento del rey diciendo que no estaba dispuesto a servir dos reinos diferentes.

Gil Jae vivió una vida tumultuosa durante la última etapa de Goryeo y principios de Joseon, pero se mantuvo firme a sus principios. Su vida fue un ejemplo de lealtad que se dio a conocer ampliamente, y diversos estudiosos se reunieron ante este hombre solicitando enseñanza.

Algunos de los discípulos de Gil Jae formularon las bases de una facción poderosa de literatos llamada Sarim, que dominó el sector político a mediados de Joseon. Gil Jae abrió una escuela al pie del Monte Geumo y allí enseñó a sus discípulos las responsabilidades de un oficial de gobierno. Compartió también con ellos su vasta experiencia, y difundió sin reserva sus conocimientos sobre asuntos educativos. Varios de sus discípulos fueron brillantes alumnos que se abrieron camino en puestos centrales del gobierno, y el Monte Geumo surgió como “la meca” del Neoconfucianismo del siglo XV. Gil Jae ganó el respeto de muchos académicos brillantes, incluyendo al gran maestro Yi Hwang, el estudioso más célebre del Neoconfucianismo de Joseon.

Independientemente de su renombre en el mundo, Gil Jae no persiguió honor, ni riqueza; y se dedicó netamente a sus estudios hasta su muerte en 1419. Gil Jae llevó una vida austera e íntegra, como un árbol de bambú que se sostiene firme aún en invierno. Su estricta lealtad, su pasión por el desarrollo intelectual y sus altos valores morales, establecieron un modelo de intelectual virtuoso, y se han ganado el respeto de generaciones posteriores.

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