Menú principal Ver contenido
Go Top

Cultura

El poder de la música

2020-04-15


En los tiempos de Joseon prevalecía la idea confucionista de que la urbanidad y la música eran fundamentales para gobernar al pueblo. Cuando hoy en día se habla de urbanidad o cortesía, se piensa en algo formal y constrictivo; y cuando se habla de música, se piensa en simple entretenimiento. Sin embargo, en aquellos tiempos estos términos tenían una resonancia diferente: con urbanidad se referían al orden; y con música a la armonía. En el “Libro de los Ritos” de Confucio se puede leer lo siguiente: “La música hace desaparecer los odios y la urbanidad resuelve los conflictos. Si no hay guerras, ni preocupaciones ni castigos, es porque la música está en todas partes”. Por supuesto, cuando Confucio hablaba de música no se refería a la música foklórica o popular que apela a las emociones, sino a la música que hace que reine la armonía entre los seres humanos y entre el ser humano y el universo. En los primeros años de la dinastía Joseon, el propio Gran Rey Sejong encabezó la composición de piezas musicales para atraer la armonía al reino. Una de ellas es “Jeonpyeheemun”, que es parte del Jongmyo Jeryeak, la música ceremonial que se toca en los ritos de veneración de los ancestros de la dinastía Joseon en el santuario Jongmyo. 

“Jeonpyeheemun” - Orquesta de Música Cortesana del Centro Nacional Gugak


Jongmyo es el santuario real donde se guardan las tablillas funerarias de los reyes de Joseon. Desde la fundación del reino, en este lugar se lleva a cabo una vez al año una ceremonia de veneración y homenaje a los antepasados de la dinastía. En los primeros años de Joseon, se tocaba una música importada de China durante la ceremonia, pero el Gran Rey Sejong pensó que no se les podía rendir tributo a los antepasados con una música extranjera e impulsó la composición de una música vernácula. Sin embargo, no pudo implementar el cambio durante su reinado por la oposición de los ministros, que temían las represalias de China. Hubo que esperar hasta el reinado del rey Sejo, quien eligió dos piezas de las composiciones de su padre el Gran Rey Sejong –el Botaepyong y el Jeongdaeeop- para que fueran utilizadas como música ceremonial en los ritos del santuario Jongmyo. Esta música, conocida como Jongmyo Jeryeak, fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad en 2001. La pieza que escuchamos se toca cuando se encienden los inciensos y se colocan los alimentos preparados como ofrendas. Ahora escucharemos un gagok. Se llama “Taepyeongga”, que significa “Canción de la paz”, y la entonan a dúo una voz masculina y una voz femenina:

“Taepyeongga” – Lee Dong Gyu y Lee Jun Ha


El gagok es básicamente la musicalización de un poema sijo, que se entona con el acompañamiento de un instrumento de viento o cuerdas. Era la música que disfrutaba la gente de la clase media y la aristocracia. Se han transmitido a la actualidad 24 piezas de gagok para voces masculinas y 15 piezas para voces femeninas. Empiezan con un ritmo lento y solemne, luego se aceleran en la parte central porque suelen tratar de asuntos amorosos y mundanos, y finalmente terminan con un ritmo lento, pues el cierre es siempre una canción que expresa el deseo de paz y prosperidad. Ahora escucharemos la música popular que disfrutaba la clase plebeya y campesina. Se trata de un japga de la región meridional. A diferencia de las canciones folklóricas, los japga eran canciones que entonaban los cantantes profesionales. Cuando comenzaban sus actuaciones, solían cantar una canción llamada “Boryeom”. Se trata de una canción budista que invita a practicar la caridad para que vuelva en forma de paz para todos. 

“Boryeom” - Seong Chang Sun y Jeon Jeong Min

Contenidos recomendados

Close

Nuestra página web usa cookies y otras tecnologías de recopilación de datos para optimizar los servicios. Se sobreeentiende que, al mantener el acceso, el usuario da su consentimiento tanto a nuestra Política de privacidad, como al uso de esas tecnologías. Ver más >