Comenzando el siglo XIV, el reino de Goryeo empezó a vivir una situación muy inestable y finalmente en 1361 pasó algo que no se espera que sucediera ni en sueños. El ejército de los turbantes rojos del norte de la península coreana, conformado por nada más ni nada menos de 100.000 militares, invadió Goryeo. ¿Quiénes eran los turbantes rojos? Eran los rebeles de la dinastía Yuan de China, y los llamaron así porque llevaban turbantes de ese color en la cabeza. Las pérdidas que sufrió Goryeo con esta invasión repentina fueron mucho más grandes de lo esperado. Tanto que hasta tuvo que ceder la capital y el rey de ese entonces, Gongmin, se refugió en una ciudad del extremo sur. Pero… como pasa en muchos casos, cuando se atraviesa un momento duro, siempre aparecen héroes dispuestos a sacrificarse por la patria. Ese fue Yi Seonggye, quien con tal solo 27 años, lideró una tropa de Goryeo de 2.000 oficiales y mató al líder de los turbantes rojos.

Yi Seonggye nació en la provincia de Hamgyeong del Sur, actual Corea del Norte, en 1335. Perteneció a una familia poderosa, dado que su padre fue un militar que ayudó al rey Gongmin a recuperar gran parte del territorio nacional que había robado los chinos. Pero Yi Seonggye no necesitó la ayuda de su familia o su padre para ocupar un alto puesto en el Gobierno, dado que ya por sí, era un general muy talentoso y todos quienes le vieron luchar alguna vez lo sabían. En especial, tenía una gran habilidad en planear operaciones de fuera y dirigir al Ejército. Era un buen líder y estratega y era muy respetado y seguido por otros militares. Tras derrotar a los turbantes rojos, se convirtió en todo un héroe y durante los siguientes 30 años, encabezó numerosas batallas, en las que obtuvo buenos resultados.

Como comentamos antes, Yi Seonggye fue el fundador de Joseon… Se podrían preguntar como un militar pudo vencer a un país con más de 500 años de historia y crear otro nuevo, ¿no? En ese periodo, en Goryeo había otro héroe más, además de Yi Seonggye. Era el general Choe Yeong, que tenía unos 20 años más que Yi Seonggye. Ambos unieron fuerzas en muchas ocasiones, y así pudieron ganar numerosos combates pero… parece tenían principios políticos diferentes, y de a poco se fueron alejando hasta no hablarse más. La relación entre ambos iba de mal en peor y atravesó su mayor crisis en 1388, cuando la dinastía Ming declaró que se adueñaría de una parte del territorio norte de la península coreana -que previamente perteneció a Yuan- al considerar que ahora que su reino se había apoderado del país, tenía el derecho a ocupar tales tierras. En realidad, inicialmente, ese territorio pertenecía a Goryeo, pero tuvo que cederlo al perder la batalla con Yuan; aunque posteriormente gracias al padre de Yi Seonggye pudo recuperarlo. El territorio era parte de Goryeo pero los chinos no querían reconocerlo. Entonces, había dos cosas que Goryeo podía hacer: una era respetar la decisión de los chinos, y otra desatar una guerra y pelear por defender su tierra.

Choe Yeong propuso luchar contra el imperio Ming pero Yi Seonggye se opuso. Antes de que lograran llegar a un acuerdo, el rey Gongmin muere y asume al poder su hijo, de apenas 8 años. Era muy obvio que el pequeño rey casado con la hija de Choe Yeong, haría lo que dijera su suegro, al tenerle más confianza por ser miembro de su familia. Y así fue. El rey ordenó a Yi Seonggye movilizar el Ejército y pelear contra los chinos. Por tanto, no le quedó otra que obedecerle, aunque sabía que sería prácticamente imposible vencer al enemigo, dado que eran superiores en número y las condiciones climáticas eran muy desfavorables. Entonces… ¿Qué hizo? Al ver que sería una batalla sin sentido, ordenó volver a sus tropas y regresó a la capital. En otras palabras, Yi Seonggye desató una rebelión contra el Gobierno y tomó las riendas del reino. Pero pese a todo, no pudo construir Joseon de un día para otro, porque si bien Goryeo era un país sin poder por aquel entonces, contaba con 500 años de historia. Demoró otros 4 años más resolver los problemas y, finalmente, en julio de 1392, a los 58 años, Yi Seonggye asumió como primer rey de la dinastía Joseon con el nombre de Taejo, cambiando la capital a la actual Seúl.