Era la noche del 26 de agosto de 1398. El quinto hijo del rey Taejo, o sea el fundador de Joseon Yi Seonggye, que se llamaba Yi Bangwon, se detuvo en la puerta de la casa de Nam Eun, uno de los servidores más fieles de su padre que contribuyó enormemente en la creación de este nuevo país, y ordenó a su tropa que incendiara la casa. En ese mismo momento, dentro de la casa estaban reunidos importantes funcionarios del Gobierno, entre ellos Jeong Dojeon que también ayudó a establecer Joseon, además de elaborar políticas para asentar el país. Minutos después, todos los que estaban reunidos salieron corriendo por el incendio, pero en el patio les esperaba la tropa de Yi Bangwon que mató a todos, incluyendo a Jeong Dojeon y Nam Eun.

Tras asesinar a los miembros clave del Gobierno, Yi Bangwon se dirigió al palacio real y le dijo a su padre que esas personas estaban tramando una conspiración para matar a los príncipes herederos, por lo que no tuvo otra opción que matarles. Se disculpó no poder habérselo dicho antes, pero puso como pretexto que la situación ocurrió tan rápido que no tuvo tiempo para ello. El rey Taejo sabía mejor que nadie que era una excusa sin fundamento de su hijo, pero no había nada que pudiera hacer, pues hacía tiempo que estaba en cama por su mal estado de salud. La obsesión de Yi Bangwon por el poder era tan fuerte que no había nada que le pudiera frenar. Poco después incluso asesinó a sus dos hermanastros, quienes podían heredar el trono, e hizo reemplazar a su segundo hermano mayor, dado que el mayor de todos había muerto.

En realidad, él quería ser el príncipe heredero pero para que no pareciera muy obvio, tramó todo ese escándalo para ser el futuro rey, pues no quería ser mal visto por los demás. A las pocas semanas, el estado de salud del rey empeoró gravemente, por lo que asumió como nuevo monarca el príncipe heredero, su segundo hijo. Pero en ese entonces, el cuarto hijo de Taejo protagonizó un alzamiento militar y después de un sangriento enfrentamiento entre los hermanos, en 1400, Yi Bangwon asumió como tercer rey de Joseon con el nombre de Taejong.

Taejong creía que para estabilizar el país, era fundamental que el rey tuviera mayor poder que cualquiera de sus sirvientes, para que nadie pueda interferir su camino. Lo primero que hizo tras ocupar el trono fue ordenar eliminar todas las tropas privadas. Es decir, solo el rey podía tener un ejército y nadie más. Cabe recordar que en aquellos tiempos, las familias adineradas y de la clase alta tenía su propio destacamento, tal como lo tuvo Yi Bangwon antes de asumir como rey. Por eso sabía mejor que nadie lo peligroso que podía resultar tener una fuerza militar.
Luego, reorganizó el sistema administrativo para que toda la gestión del Estado se llevara a cabo bajo la dirección del rey. Durante el reino de Joseon, al igual que ahora, había ministerios que se encargaban de diferentes funciones no se informaba directamente al rey de los asuntos del país, sino había un órgano bajo el palacio real que se encargaba de revisar los temas presentados, y solo notificaba al monarca los que eran considerados importantes, según su juicio. Taejong quiso saber todo lo que pasaba en su territorio, además de quitar poder a aquellos funcionarios que decidían que era importante o no del Gobierno.

A decir verdad, si bien es cierto que Taejong ocupó el trono por la fuerza, contribuyó mucho al progreso de Joseon. Dividió el territorio en ocho provincias, que se mantienen hasta el día de hoy y creó un sistema de identificación similar a los carnés actuales. Todo hombre mayor de 16 años debía portar consigo una pequeña tabla con su nombre, clase social y edad, para así, facilitar la selección de oficiales del ejército en caso de ser necesario. Para mantener el poder absoluto en el país, Taejong tuvo que continuar con sus actos sangrientos, matando a todos quienes pudieran interponerse en su camino y en el del príncipe heredero. Incluso mató al suegro de uno de sus hijos, ante las posibilidades de que éste aprovechara a su yerno para obtener más poder.

Taejong tenía más afecto por su hijo mayor, el príncipe Yangnyeong, y quería cederle su puesto, pero a éste le interesaban poco los asuntos de Estado. Siempre estaba rodeado de mujeres y bebidas alcohólicas, y las recriminaciones y consejos de su padre no sirvieron de mucho para hacer reflexionar. Al final no le quedó otra opción que destituirle de su cargo y nombrar a su tercer hijo Choongnyung como príncipe heredero. Se preguntarán por qué eligió al tercero y no al segundo hijo, ¿no? El segundo era un devoto del budismo; pero al tercero desde pequeño le gustaba mucho estudiar y leer, y era elogiado por todos por su sabiduría y buena personalidad. Taejong murió a la edad de 56 años a causa de una enfermedad, tras nombrar heredero de la corona a su tercer hijo, que fue el Gran Rey Seojong.