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Historia

El rey Sejong, creador del alfabeto coreano

2015-07-20

El rey Sejong, creador del alfabeto coreano
En 1418, a la edad de 22 años, Choongnyung asume como el cuarto rey de Joseon, con el nombre de Sejong solo dos meses después de ser designado como príncipe heredero. Desde que era pequeño, Sejong era un amante de la lectura y le encantaba estudiar. Los registros describen a Sejong como el rey más estudioso de la historia de Corea. Leyó al menos 100 veces los libros básicos relacionados con el confucianismo, además de tener interés en diferentes rubros como historia, leyes, astrología y música, que por supuesto, también leyó al menos 30 veces cada uno. Dicen que para él era muy común pasar la noche en vela leyendo libros, y que por ello su padre lo retó muchas veces al no poder comprender por qué estudiaba tanto, si no tenía que pasar ningún examen. De hecho, no tenía motivo para levantarse a estudiar de madrugada, porque desde pequeño estaba rodeado de maestros y de expertos que le enseñaron como gobernar el país. Además, al ser el futuro rey, no podía rendir ningún examen del Estado, como oposiciones...

Pese a que era un verdadero aficionado a la lectura, no le gustaba mucho la gente que se creían sabelotodos, pues consideraba que la lógica y el entendimiento no se obtenían solo con leer mucho, sino que requerían reflexionar y pensar suficientemente. Pese a que Sejong llegó a la corona sin estar muy bien preparado, porque asumió solo 2 meses después de convertirse en príncipe heredero, no tuvo grandes dificultades en administrar el país, dado que su padre, el rey Taejong, ya había consolidado muy bien la dinastía Joseon.

Aprovechando el sólido gobierno de Joseon, lo que hizo Sejong fue convertirlo en un país más organizado y sistemático, creando normas y políticas así como registros históricos que pudieran servir como base de crecimiento. Durante la elaboración de políticas, Sejong se dio cuenta que había muy pocos documentos sobre historia nacional, así que reunió a los mejores historiadores del país al tiempo de recopilar los libros más ejemplares de China, para analizarlos y usarlos como modelo, y así crear su propia colección. Asimismo, para poder organizar sistemáticamente el país, resultaba crucial el conocimiento geográfico, así que también ordenó a los funcionarios crear un mapa detallado, incluyendo los hábitos y el ecosistema de cada región.

A decir verdad, Sejong parecía más un investigador o académico que un rey, porque pasó gran parte de su vida publicando libros y elaborando registros relacionados con el país. Tuvo un especial interés por la ciencia, por lo que ordenó a sus servidores establecer un observatorio astronómico, al tiempo de crear el reloj del sol y de agua. Además, también inventó nuevos instrumentos y publicó diversos libros relacionados con agricultura, matemáticas, medicina oriental y geografía, al tiempo de adoptar nuevos sistemas civiles, impositivos y de transporte. Por todas estas hazañas es considerado hoy como el rey que más contribuyó al progreso de Corea. Pero en realidad, el respeto y el elogio a Sejong no solo se deben a eso, sino más que nada por su buena personalidad y su verdadero deseo de ofrecer una mejor calidad de vida a todos los ciudadanos, sin importar la clase social. Solía perdonar a los culpables si estos reflexionaban sobre sus errores, y siempre hacía regresar a los soldados a casa antes del tiempo previsto. No dejaban que los propietarios trataran mal a sus sirvientes, y otorgaban vacaciones a los empleados públicos cuando éstos tenían hijos, incluso a los varones para que puedan pasar tiempo en familia.

Pero sin duda, el logro más sobresaliente de Sejong es el hangul, el alfabeto coreano. Hasta su invención, en Joseon se utilizaban los caracteres chinos. Muchos ciudadanos no sabían leer ni escribir, al no contar con dinero ni tiempo para ello. Sejong deseaba más que nadie que todos pudieran tener acceso a la lectura, porque muchas veces, la gente no cumplía con las leyes o con sus obligaciones solo porque no estaban al tanto. Así que, en base a los sonidos que puede pronunciar una persona con la garganta, creó 17 consonantes y 11 vocales. Cualquier persona que supiera estas 28 letras, podía leer y escribir. Al principio, la elite y clase alta de la sociedad se oponía a esta propuesta de Seojong, porque pensaban que leer y escribir era su privilegio; pero con el paso del tiempo, no les quedó otra que aceptar los cambios.

Sejong pasó su vida trabajando para el pueblo. Será por ello que desde los 40 años, su salud empezó a debilitarse; tanto que ni siquiera podía estar sentado durante varias horas atendiendo los asuntos del Estado. Sin embargo, nunca dejó de leer, estudiar y trabajar por una mejor vida de los ciudadanos. Finalmente, falleció a la edad de 53 años, en 1450.

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