Con más de 11.000 cirugías de cáncer gástrico, el profesor Noh Sung Hoon es todo un referente de su especialidad en Corea. Es reconocido como un experto en cirugía de cáncer de estómago de alto nivel, no tanto por el número de procedimientos quirúrgicos, sino por liderar una gran variedad de técnicas para minimizar el daño durante las operaciones. De hecho fue quien introdujo un método menos invasivo que evita el uso del bisturí tradicional, y en su lugar introdujo en el quirófano un instrumento de electrocauterización llamado “Bovie”. De esta manera, se ha convertido en pionero en este tipo de cirugía mínimamente invasiva que tiene diversas ventajas, como la de operar sin utilizar el bisturí, la sonda nasogástrica y el tubo de drenaje, además de evitar realizar grandes incisiones y transfusiones de sangre. Este método es considerado en las últimas décadas como estándar terapéutico para la cirugía del cáncer gástrico en todo el mundo, al brindar numerosas ventajas como menor tiempo de intervención y un mejor postoperatorio.

El profesor Noh nació en 1954. Después de graduarse de la facultad de medicina de la Universidad de Yonsei, obtuvo el doctorado en la escuela de graduados de la Universidad de Corea. Posteriormente, volvió a su alma mater y comenzó a trabajar en 1987 como profesor a tiempo completo en el Hospital Severance de la Universidad Yonsei, pasando luego a tomar las riendas del Centro de Cáncer de Yonsei en 2014 y a desempeñarse como presidente del Centro Nacional de Cáncer en 2019. Utilizó por primera vez la herramienta de electrocauterización “Bovie” en 1989 para una disección de ganglios linfáticos en un caso de cáncer gástrico. Siempre atento a reducir el malestar de sus pacientes, se preocupó por las frecuentes quejas de dolor generadas por la incisión, la sonda nasogástrica y el tubo de drenaje tras las operaciones. En efecto, una de las mayores incomodidades de sus pacientes tras las intervenciones era la inserción del tubo de drenaje y el tubo especial que permite llevar a través de la nariz los alimentos y medicamentos al estómago. Para aliviar esos dolores, en 1997 usó una bomba analgésica epidural controlada por el paciente. Además, para minimizar el estrés quirúrgico redujo el tiempo de intervención, la pérdida de sangre y la necesidad de transfusiones gracias al uso del “Bovie”. Desde entonces, muchos hospitales y centros oncológicos del mundo adoptaron ese método quirúrgico.

El profesor Noh explica que la comunicación entre médico y paciente tiene gran importancia, y lo considera como algo inherente a su profesión. En 2014 fue diagnosticado con cáncer de laringe, por lo que tuvo que recibir quimioterapia durante siete semanas. Recuerda que al tener que ser tratado como paciente y luchar él mismo contra el cáncer, pudo empatizar más con los casos y con el sentir de sus pacientes. Cuatro años después, en 2018, perdió a su esposa a causa de un cáncer en la vesícula biliar. En una entrevista explicó que todas muchas personas sufren alguna situación similar, y en su caso pensó en la grandísima misión encomendada del Cielo tras pasar por ese periodo de dolor y tristeza. En definitiva, hablamos de un médico que sabe comprender a sus pacientes y escucha  atento sus palabras, además de esforzarse por desarrollar múltiples técnicas mínimamente agresivas para el paciente. Agregó que en Corea cada año se diagnostican unos 30.000 casos de cáncer de estómago. La tasa de supervivencia a 5 años de aquellos en la primera etapa, al ser diagnosticado y tratado de forma temprana, es del 95%. Pero esa cifra cae drásticamente al 15% cuando el tumor es avanzado y está en cuarta etapa. El doctor subraya que vivimos en la “era del cáncer”, pues es difícil no contraer alguno, y por eso incide en la importancia de hacerse revisiones periódicas, tener un buen plan de tratamiento para combatirlo, confiar en los médicos y mantener una actitud positiva.