Si la franja costera del Mar del Este es famosa por ser el primer lugar de la península coreana para ver amanecer, la del Mar Amarillo al oeste es notoria por sus hermosísimas puestas de sol. Cuando llega el ocaso, y el rojo atardecer tiñe el vasto cielo, colindante con la superficie del mar en el lejano horizonte, los tenues y rojos vestigios del sol antes de la oscuridad abrazan cálidamente al que los aprecia.
Gracias a su hermoso paisaje antes de oscurecer, y también por el alto valor ecológico de sus bancos de arena y marismas, Taean se ha convertido en la única franja costera de Corea designada, de por sí, como parque nacional.
En el Parque Nacional de Taean, hay varios senderos costeros. El más bonito de ellos es el de la isla Anmyeondo, la sexta más grande de Corea. Anteriormente la Isla Anmyeondo era una península. Pero durante el reinado de Injo de Joseon, para facilitar el transporte de granos recaudados como tributo al Estado, se construyó un canal en la parte que conectaba con tierra firme, y desde entonces quedó como una isla. En 1970 quedó ligada mediante un puente llamado Yeonyukgyo.



El sendero costero de la isla Anmyeondo se extiende desde el embarcadero Baeksajang hasta la playa Kkotji. Baeksajang es el embarcadero más grande de la isla. En primavera, es famoso por la gran cantidad de cangrejos azules que llegan allí, mientras que en otoño, el producto pesquero más comerciado son las gambas grandes. Una vez que atraviesen el embarcadero, verán un frondoso bosque de pinos. Cabe destacar que al menos hasta la época de la ocupación japonesa, había tantos pinos en esta isla que se solía decir que en Anmyeondo, uno no tenía por qué preocuparse para ganarse la vida si tan solo tenía un hacha en la mano.
El sendero costero de Anmyeondo termina en la playa Kkotji, considerada como uno de los mejores sitios sobre el litoral oeste para apreciar el rojo atardecer, junto con el río Chaeseok en Byeonsan y la isla Seokmodo en Incheon. El rojo atardecer en Anmyeondo es en sí un tesoro natural de esta isleta, pero su fama se debe en parte también a un viejo matrimonio. ¿Qué quiero decir? La expresión viejo matrimonio alude a un par de rocas que emergen sobre las aguas como ciclópeos guardianes, llamadas “roca marido” y “roca esposa”, respectivamente. Así se refieren a ellas desde el reino de Silla, fundado en el año 57 a.C. Respecto a la “roca esposa”, dice la leyenda que es una mujer que quedó convertida en roca tras esperar por mucho tiempo a su esposo, que fue reclutado por las autoridades del citado reino para participar en una guerra contra una dinastía vecina. Se dice, por supuesto, que la “roca marido” es su consorte, que también quedó petrificado por el gran sufrimiento de ver a su mujer convertida en roca.



El viaje a la isla Anmyeon es ideal para ir en familia, amigos o pareja. Pero es igualmente bueno para ir en solitario, sobre todo si desean alejarse un rato de la ajetreada y bulliciosa vida de la ciudad.