ⓒ SUWON CITY

En torno al monte Paldalsan en pleno centro de Suwon, se extiende una larga muralla de 5,7 kilómetros que enmarca el corazón de la ciudad. Es la Fortaleza Hwaseong, cuya construcción fue concebida por el vigésimo segundo rey de la dinastía Joseon, Jeongjo, para honrar a su padre Sadoseja, conocido en español como el príncipe heredero Sado-.  

Sadoseja es recordado como uno de los príncipes más desdichados de la historia. Era el segundo hijo de Yeongjo, el vigésimo primer rey de la dinastía,   y fue nombrado heredero al trono a la edad de dos años. Era un niño brillante con mucho talento y desde temprana edad ya demostraba gran interés en la política. Cuando cumplió quince años empezó a gobernar la dinastía como príncipe regente, pero desafortunadamente nunca llegó a reinar porque a los 27 años fue ejecutado por orden de su propio padre –el rey Yeongjo- por las calumnias orquestadas por sus opositores. 

Su muerte fue muy cruel, puesto que fue encerrado en un arcón de arroz, donde murió de hambre al octavo día. Su tumba se situó en un primer momento en Yangju –actual distrito de Dongdaemun-, pero en 1789 su hijo Jeongjo trasladó su cadáver hasta el monte Paldalsan, y en honor a su padre construyó la Fortaleza Hwaseong, cuyas obras llevaron dos años, de 1794 a 1796. Todo el conjunto de la fortificación es una clara muestra del amor que Jeongjo sentía por su padre. 

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Bajo la influencia del Silhak, o de los Conocimientos Prácticos, la nueva tendencia de pensamiento de entonces, la fortaleza fue construida siguiendo las últimas novedades arquitectónicas de estilo oriental y occidental. Por primera vez se utilizaron ladrillos para el muro y también destaca por sus excelentes instalaciones de seguridad, científicamente diseñadas. Tiene cuatro puertas de acceso (una por cada punto cardinal), plataformas de fuego, torres de observación, bastiones y torres de artillería, así como un palacio lleno de patios y edificios tradicionales coreanos. En reconocimiento de su valor histórico y cultural, fue designada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1997.  

Para hacer un recorrido completo por sus murallas, dos horas serán más que suficientes, pero hará falta otra una hora más si quieren visitar el palacio. Pueden empezar el paseo desde cualquiera de las cuatro puertas, pero la ruta que acoge al mayor número de turistas es la que comienza en la puerta sur Paldalmun, Tesoro Nacional nº 402 que conserva su aspecto original. Pasando la puerta Paldalmun encontrarán con una torre de la campana, donde podrán tocarla en primera persona hasta tres veces; la primera por la salud de sus padres, la segunda por la salud de sus familiares, y la tercera para su desarrollo personal. En la parte oeste, verán una colina que les dará acceso a la parte más elevada de la fortaleza. Allí podrán disfrutar de una vista maravillosa y sentir como si la ciudad estuviera a sus pies. De la zona oeste a la zona norte se despliega un paisaje muy singular donde conviven pasado y presente. Por último, en la parte nordeste, caminando junto al arroyo de Suwon, llegarán a Hwahongmun, una de las puertas más pintorescas de la ciudad. Construida sobre el arroyo, en la parte inferior tiene 7 compuertas por las que pasa el agua, mientras que en la parte superior se eleva una bonita estructura tradicional coreana. 

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