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Seokmodo es una pequeña isla alargada, que forma parte de la isla Ganhwado, ubicada en el Mar Amarillo. Tiene 4 picos montañosos que se elevan muy alto, y al pie de las montañas se despliega una llanura bastante extensa, que combina armónicamente el mar, la montaña y el verde del prado. Es la isla más apreciada por los coreanos de las 28 que conforman Ganghwado, porque su ambiente infunde una gran tranquilidad. 

La mejor manera de explorar esta isla es pasear a pie por el llamano ¨Camino del viente de Seokmodo¨. Es un trayecto largo, de 16 kilómetros, pero recorre los lugares emblemáticos de la isla, desde el puerto Sokmo hasta el templo Bomunsa. En el camino se extiende un infinito paisaje natural teñido de verde y azul, muy placentero para caminar. En la brisa del viento que sopla desde el mar se siente ese olor a tierra mojada, que genera una sensación de alivio, consuelo o de simple bienestar. Se dice que el viento de la isla Seokmodo es creado y esparcido por Avalokitesvara de mil ojos y mil brazos. Quizás sea por eso que las personas que caminan por los rincones de la isla, dejándose acariciar por el viento, se sienten aliviados y reconfortados tras finalizar el paseo. 

El recorrido comienza en el puerto de Seokpo. A la izquierda del dique está la playa de lodo y a la derecha una salina que cubre el mar. Por décadas era considerado como un lugar muy importante para la producción nacional de sal, pero lamentablemente ahora ese espacio está lleno de hierbajos, a medida que la sal nacional fue reemplazada por productos chinos. En este paisaje lírico creado por viejos depósitos y lodo seco, reina el silencio y solo de vez en cuando se escucha el aleteo de las aves. 

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El camino les llevará a la única playa de la isla, bautizada como Minmoru. Durante la marea baja, aparece un humedal extenso de lodo, de aproximadamente un kilómetro, donde es habitual ver a personas recolectando almejas. Luego, pasarán por prados y arrozales completamente vacíos donde solo se escucha el viento, y la sensación es de estar ante un universo repleto de cosas por ver, escuchar y aprender. Al final del trayecto habrán llegado a Bomunsa, uno de los templos budistas más importantes del país. Construido durante el reinado de la Reina Seondeok de la dinastía Silla en el año 635, contiene una de las mayores atracciones de la zona, como es la figura del Buda Sentado esculpido en la Roca Nunsseop. Este templo fue designado como Monumento Cultural, y es donde hay más movimiento, pues a su alrededor hay restaurantes y tiendas de productos autóctonos especiales.