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Busan es la ciudad portuaria más importante de Corea, y está situada en el sureste de la península. En esta preciosa ciudad rebosante de vitalidad y belleza, se encuentra el ¨paraíso de las comidas marinas¨ conocido como el Mercado de Jagalchi, uno de los mayores reclamos turísticos de Busan. Con una historia de 70 años, el mercado de pescados y mariscos más grande y representativo de Corea, ha sido testigo de muchas generaciones. A día de hoy ya no es un simple mercado, sino más bien un complejo cultural donde se funden la historia, la cultura y las delicias del mar. A cualquiera que pase por este mercado, le será imposible contener el asombro ante tanta cantidad y variedad de criaturas del mar, así como ante las numerosas atracciones que brinda.  

El mercado lo compone un gran edificio de varias plantas, cada cual con una función distinta. El mercado se abre en la planta baja, donde uno tras otro los vendedores exponen sus pescados frescos en grandes peceras y cubos que constantemente reciben agua limpia. Habría que ser de piedra para no embelesarse con las caballas, pulpos, gambas, cangrejos de las nieves, moluscos u otros de los más raros de Corea, como la ascidia, la lombriz de mar o el pepino de mar. La mayoría se venden vivos por lo que los dueños de los puestos trabajan sin parar para mantener sus productos en el mejor estado.

Una vez compren el pescado o el marisco, pueden dirigirse a la planta de arriba –donde están los restaurantes- para que los preparen y puedan comerlos muy frescos. Precisamente uno de los grandes alicientes de Jagalchi es poder degustar -por muy pocos wones- todas esas exquisiteces al estilo coreano como hoe (pescado crudo), maeuntang (sopa de pescado picante) o hoedeopbap (arroz mezclado con pescado crudo y verduras).      

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Después de disfrutar de tan deliciosos platos, es recomendable echar un vistazo al mercado de pescados secos ubicado en la misma planta. Aquí podrán probar y comprar productos de mar deshidratados, que son muy buenos como aperitivo, para acompañar la cerveza, o que pueden utilizar como especias para hacer una rica sopa con sabor profundo. 

Luego, si buscan algo especial y quemar unas cuantas calorías, pueden ir a la segunda planta del mercado donde podrán satisfacer ambas necesidades en los norebangs. Los norebangs son salas de canto que son muy frecuentados por los coreanos de cualquier edad para divertirse y aliviar el estrés. Tras pasar un par de horas de euforia cantando y bailando, sentirán como si el cuerpo les pidiera un buen descanso en un lugar fresco y tranquilo. Entonces, el Mirador de Jagalchi, en la azotea, es el lugar perfecto: un escondite en el concurrido mercado donde reina el silencio y la tranquilidad. Allí podrán relajarse un rato mientras respiran aire fresco y contemplan el azulado Mar del Este, que ofrece un paisaje maravilloso a lo largo del horizonte. 

Pero aquí no terminan las atracciones que ofrece el Mercado de Jagalchi, pues posee muchísimos otros encantos que deleitan a los visitantes, como los eventos culturales organizados en la plaza, y las decenas de puestecitos y pequeños restaurantes que se abren paso entre las callejuelas adyacentes. 

¿Cómo llegar? Una vez en Busan, la forma más fácil y rápida es tomar el metro y bajarse en la estación de Jagalchi, a dos minutos de la puerta del mercado.