Durante los últimos diez años Seúl, la capital de Corea del Sur, ha perdido casi 770.000 habitantes, el peor declive poblacional de las principales ciudades del país, y más veloz que el de zonas donde el descenso demográfico es un problema grave desde hace años. 

Según datos de 2022 de la Oficina Nacional de Estadística, en Seúl residen 9.428.372 personas, un 18,3% de la población nacional o uno de cada seis habitantes, datos considerados obvios pues la capital concentra gran actividad económica. 

Sin embargo, los datos del censo revelan que la población de Seúl se mantiene a la baja desde 2016, cuando por primera vez fue inferior a diez millones de habitantes, tras alcanzar 10.195.318 residentes en 2012. En otras palabras, durante la década de 2012 a 2022, la capital surcoreana perdió exactamente 766.946 habitantes. 

Ese descenso es el mayor registrado entre las diecisiete principales ciudades y provincias del país, y supera el declive poblacional de ciudades como Busan, Daegu, Daejeon y Jeolla del Norte, aunque los expertos explican que obedece a distintas razones.

Mientras el descenso de habitantes en otras ciudades se atribuye al debilitamiento de la economía regional y a la falta de infraestructuras culturales y de ocio, la pérdida de población de Seúl obedece a movimientos migratorios hacia zonas suburbanas.

De hecho, mientras Seúl perdía habitantes, en el área metropolitana - que abarca la ciudad de Incheon y la provincia de Gyeonggi- la masa demográfica sigue creciendo, indicando que la concentración poblacional en torno a Seúl no ha cambiado. 

Los datos corroboran este fenómeno, pues el número de residentes en Gyeonggi aumentó un 12,4% durante los últimos diez años y el de Incheon un 4,3%. 

En definitiva, tanto Seúl como otras ciudades fuera del área capitalina se abocan a un descenso poblacional porque aunque muchos desean vivir en la capital, el exorbitante precio de la vivienda obliga a optar por zonas aledañas como Incheon y Gyeonggi.