Corea del Sur sigue siendo el estado miembro de la OCDE con mayor brecha salarial de género y datos recientes lo confirman, indicando que las mujeres cobran en promedio al año unos 20 millones de wones menos que los hombres, un sueldo que equivale apenas al 60% de el de los varones.
Según el informe entregado por el Servicio Nacional de Impuestos a la legisladora Jin Sun Mee del opositor The Minjoo, integrante del Comité de Estrategia de Finanzas de la Asamblea Nacional, 19.959.000 trabajadores remunerados declararon 803 billones 208.600 millones de wones en ingresos salariales. Concretamente, 11.120.000 hombres declararon casi 543,2 billones de wones, un 67,6% del total, y 8.834.000 mujeres 259,9 billones de wones.
Se calcula así que en promedio cada trabajador varón cobró un salario anual de 48.849.000 wones, mientras que cada trabajadora femenina recibió 29.427.000 wones, registrando una brecha salarial de género de 19.422.000 wones.
De estos datos se desprende que el salario de las mujeres ronda apenas el 60,2% del de los hombres, en otras palabras, cuando un trabajador varón cobra un millón de wones al mes, una mujer percibe 602.000 wones. Asimismo muestran que Corea del Sur sigue siendo la nación con la brecha salarial de género más amplia dentro de la OCDE desde su adhesión a esta organización en 1996. Los índices relativos publicados por la OCDE en diciembre de 2022 indican que Corea presenta una brecha salarial entre hombres y mujeres de un 31,1%, mientras la media entre los estados miembro es de un 12%.
La diputada Jin Sun Mee sostiene que considerando que la diferencia salarial de género que se nota en las declaraciones de renta de los trabajadores surcoreanos supera la presentada por la OCDE, la brecha estructural puede ser mucho peor en la práctica. Advierte de este modo del impacto negativo que pueden tener tanto las limitadas oportunidades que existen para la mujer, como la brecha de ingresos entre ambos géneros en los niveles de igualdad y equidad de la sociedad, frenando incluso el ritmo de crecimiento económico. Insta al Gobierno en este sentido a hacer esfuerzos reales por analizar las barreras invisibles y los techos de cristal que existen para las trabajadoras femeninas, a fin de identificar en base a ello medidas reales para solucionar la brecha salarial entre hombres y mujeres.