La visita de Vladimir Putin a Pyongyang se percibe como inquietante tanto en Occidente como en China, o al menos así lo refleja The Wall Street Journal en un reportaje publicado el domingo 16 sobre los intercambios entre Corea del Norte y Rusia de los últimos meses, no solo de alimentos y petróleo, sino también de armas. 

Según el rotativo, Putin solicitó ayuda a Kim Jong Un para reforzar su arsenal diezmado al prolongarse la guerra de Ucrania, y presumiblemente Moscú está dispuesto a ofrecer tecnología militar punta al régimen norcoreano. El diario estadounidense afirma que los recientes pasos del presidente ruso preocupan a Occidente pues le permitirán obtener recursos para continuar con la guerra, y porque el acercamiento entre Pyongyang y Moscú servirá para reforzar el potencial militar de Corea del Norte. 

The Wall Street Journal afirma que, desde el punto de vista de Estados Unidos, la cooperación militar ruso-norcoreana es un factor de riesgo que podría incrementar la tensión en el Nordeste Asiático y el Indo-Pacífico, así como un motivo para ampliar su presencia en la zona al aumentar la amenaza baístico-nuclear de Corea del Norte, creando una situación que al final también podría inquietar a China. 

Aunque ni Moscú ni Pyongyang lo han confirmado, según el Departamento de Estado estadounidense y las autoridades de defensa surcoreanas, Corea del Norte ha enviado a Rusia más de diez mil contenedores con armas y equipamiento a cambio de alimentos, materias primas y repuestos para fabricar armas. Dichos acuerdos pudieron haberse concretado durante la cumbre entre Putin y Kim Jong Un de septiembre de 2023.