Corea del Sur y Estados Unidos llevaron a cabo un ejercicio aéreo conjunto el jueves 20 sobre la península coreana, en el que se desplegó un bombardero estratégico B-1B de la Fuerza Aérea estadounidense. Esta es la primera vez que un activo estratégico de EEUU opera en la región desde el inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump.
El objetivo del entrenamiento fue reforzar la disuasión extendida de EEUU frente a las crecientes amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte, así como mejorar la interoperabilidad entre las fuerzas aliadas, según informó el Ministerio de Defensa de Corea del Sur. En las maniobras participaron los cazas furtivos F-35A y F-15K de la Fuerza Aérea surcoreana, junto con aviones de combate F-16 estadounidenses.
Este ejercicio se suma a otro realizado el 15 de enero, cuando Corea del Sur, EEUU y Japón llevaron a cabo un entrenamiento aéreo conjunto sobre aguas internacionales cerca de la península coreana, también con la presencia de un B-1B estadounidense.