La elección del cardenal Robert Francis Prevost como nuevo papa, bajo el nombre de León XIV, ha sido recibida con entusiasmo por diversas comunidades religiosas de Corea, que han hecho llegar sus felicitaciones y depositado sus esperanzas ante el inicio de su pontificado.

Desde la Iglesia católica, el arzobispo de Seúl, Chung Soon Taick, manifestó su deseo de que el nuevo papa mantenga su mirada sobre Corea y el conjunto de Asia, y contribuya a la reconciliación en la península coreana. Asimismo, confió en que sabrá proclamar con firmeza la misericordia y la justicia de Dios en un mundo marcado por conflictos y amenazas a la dignidad humana.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Corea, Mathias Lee Yong Hoon, agradeció el nuevo liderazgo espiritual y expresó su esperanza de que León XIV guíe a la humanidad hacia la paz global, atendiendo a los más pobres y vulnerables y llevando el Evangelio a todos los rincones del planeta.

La comunidad protestante, representada por el Consejo Nacional de Iglesias de Corea, también dio la bienvenida al pontífice y valoró especialmente sus primeras palabras, centradas en la unidad y la concordia entre los pueblos.

El budismo coreano se sumó igualmente a las muestras de apoyo. El monje Jinwoo, líder de la Orden Jogye —la principal orden budista del país—, transmitió sus mejores deseos al nuevo papa y manifestó su anhelo de que su mensaje de solidaridad y entendimiento se extienda por todo el mundo, en particular entre quienes más sufren.