El calor y las lluvias han provocado un notable encarecimiento de los bienes agrícolas, lo que a su vez ha impulsado al alza los precios de producción.
Según datos del Banco de Corea, en julio el índice de precios al productor registró un aumento del 0,4% respecto a junio, su segundo mes consecutivo de subida.
Por sectores, el incremento fue especialmente acusado en la agricultura, seguido de la ganadería. El precio de la espinaca se disparó un 171,6% y el de la col china, un 51,7%. La carne de vacuno se elevó un 6,5% y la de cerdo, un 4,2%. En tanto, otros alimentos y bebidas avanzaron un 0,2%.
La inflación resultó más evidente en los alimentos frescos, como consecuencia de las olas de calor y las intensas lluvias de julio, que dificultaron seriamente las actividades agrícolas.
También se encarecieron los precios a nivel de distribuidor, con un ascenso del 0,8%, debido al repunte de las materias primas, así como de los bienes intermedios y finales.