Según el Banco de Corea, el COVID-19 ha acelerado el descenso de natalidad y el envejecimiento poblacional, y ese impacto demográfico prevalecerá al menos durante los próximos dos años. 

Así lo refleja en un informe sobre los cambios post-pandemia entre la población surcoreana publicado el miércoles 30. Destaca que si bien la proporción de mayores en Corea del Sur es del 15,7%, menor que otros países de la OCDE, el envejecimiento poblacional es más acelerado y la tasa de fertilidad sigue bajando, pues en el tercer trimestre de 2020 cayó hasta 0,84 niños por mujer. 

El Banco de Corea considera que el COVID-19 no solo ha disminuido el nivel de ingresos y de empleo, sino que también frena la voluntad de tener más hijos, y afecta a conceptos generales sobre el matrimonio, la edad ideal para casarse y la paternidad. 

Como más afectados por la falta de empleo y de ingresos derivada del coronavirus señala a las personas en sus veinte y sus treinta, pues vivirán una competencia feroz tras la pandemia, factor que les impulsará a postergar o renunciar al matrimonio o a tener hijos. 

El banco central estima que el impacto del COVID-19 entre la población, y máxime en la tasa de natalidad, se mantendrá al menos hasta 2022.