Por primera vez en Corea del Sur un barco autónomo navegó al cien por cien por cuenta propia.

Se trata de un crucero de doce pasajeros que atravesó el curvado y angosto canal de Pohang, de apenas unos diez metros de ancho. 

Si bien ante posibles imprevistos el capitán estaba cerca del timón, durante todo el tiempo permaneció sentado, mientras que el sistema de navegación autónoma pilotaba la embarcación en base a análisis del estado del buque y las rutas marítimas. Este sistema permite al barco zarpar, salir de puerto, navegar y volver al punto de partida, hasta atracar en el muelle, todo de forma autónoma.

La embarcación cuenta con un asistente de navegación inteligente, equipado con sensores y cámaras que porporcionan información sobre el tiempo, las corrientes marinas o la aparición súbita de pesqueros, entre otros datos, para responder ante situaciones inesperadas. 

La meta del Gobierno es brindar el apoyo necesario al sector de los barcos autónomos, aprovechando las óptimas infraestructuras y tecnologías de construcción naval de los astilleros surcoreanos, para aumentar al 50% la cuota de Corea en el sector hasta 2025. Se estima que para el año 2028, el mercado mundial de barcos autónomos crecerá hasta 240.000 millones de dólares.