Para prevenir imprevistos similares a la reciente escasez de urea, el Gobierno reforzará la vigilancia sobre el envío de materias primas cuyo suministro depende en gran parte de China.
Así, las autoridades comerciales y de gestión industrial harán un seguimiento detallado del mercado de materias primas del país vecino, para monitorizar si aumenta la demanda local o si surgen complicaciones en los centros de producción.
Este seguimiento se impondrá sobre los 4.000 materiales más importados por Corea del Sur, veinte de los cuales -como magnesio, tungsteno y neodimio- han sido catalogados por el Gobierno como "bienes de control prioritario" al presentar una alta dependencia de China.