Un oficial militar arrestado el mes pasado, acusado de robar secretos militares bajo instrucciones de un espía norcoreano, pertenecía a una unidad militar especial conocida como "fuerza de decapitación", y filtró gran parte del plan operativo de la unidad a Corea del Norte.
El acusado, un capitán del Ejército surcoreano, envió secretos militares a un agente norcoreano a través de Telegram, incluidos planes operativos regionales considerados información clasificada militar de Nivel 2.
Dicha unidad especial fue creada con la misión de eliminar la cúpula directiva del enemigo en caso de emergencia, y cuenta con subunidades regionales que realizan tareas de reconocimiento y ataque o recopilación de datos, entre otros.
Todo parece indicar que los planes de estas subunidades regionales en tiempos de guerra fueron filtrados a Corea del Norte, y también documentos con gráficos sobre instalaciones norcoreanas objetivo de esta unidad especial.