La clase política discrepa sobre la orden ejecutiva emitida por el Gobierno emitió para obligar a los camioneros en huelga a volver al trabajo.
El oficialista Poder del Pueblo calificó la medida de "inevitable", considerando las graves repercusiones de la inactividad de los transportistas en la economía nacional, en una coyuntura de crisis compleja, y enfatizó que el exceso de tolerancia ha alimentado conductas radicales entre algunos sindicalistas, convirtiendo lo ilegal en norma.
En cambio, el principal opositor The Minjoo atacó al Gobierno por emitir una orden que tildó "excesiva" sin siquiera sentarse a negociar con el gremio de camioneros, criticando que el Gobierno debería actuar como mediador y no incitar al conflicto.
En la misma línea el opositor Partido Justicia también condenó la medida y señaló que la "tarjeta roja" debería ser para el Gobierno por incumplir la promesa que hizo hace cinco meses de mantener las tarifas mínimas y ampliar las mercancías sujetas al sistema de fletes.