El Comité de Política Monetaria del Banco de Corea decidió el viernes 12 mantener el tipo de referencia en el 3,5% anual.  

La estabilidad de precios, uno de los principales objetivos de la política monetaria, fue determinante en esta decisión, pues en los últimos dos meses, la tasa de inflación al consumidor se mantuvo en torno al 3%, afectada por el aumento de precios de los productos agrícolas y la fluctuación de los precios del petróleo.

En consecuencia, concluyeron que una rebaja anticipada de tipos podría reactivar la presión inflacionaria.

Además, al mantener una diferencia de 2,0 puntos respecto a Estados Unidos (5,25-5,50%), un máximo histórico, consideraron que no hay prisa por rebajar los tipos antes que la Reserva Federal, que también maneja con cautela las turbulencias de la inflación.
 
Según los expertos, una rebaja de tasas anticipada podría provocar la salida de capital extranjero y aumentar la inestabilidad del tipo de cambio.