Unos 90 legisladores de la Dieta japonesa realizaron una visita colectiva el 23 de abril al santuario santoísta Yasukuni en Tokio, donde honran a los caídos en guerra, incluidos criminales de Clase A de la Segunda Guerra Mundial.
Esos legisladores están afiliados al "Grupo de Parlamentarios de Visita Conjunta al Santuario Yasukuni", colectivo que acude regularmente al recinto en las ceremonias de primavera y otoño.
El día 21, el primer ministro Fumio Kishida también envió una ofrenda floral a tan controvertido templo. Al conocerse la noticia, los Gobiernos de Corea del Sur y de China expresaron su fuerte protesta ante Japón.
El santuario Yasukuni conmemora a 2 millones 466 mil personas caídas durante la guerra, pero la polémica gira en torno a los 14 criminales de guerra de Clase A que fueron ejecutados según los juicios militares internacionales, como el ex primer ministro japonés Tojo Hideki.
Los países afectados consideran que honrar a esos individuos supone una afrenta para las víctimas de las atrocidades japonesas cometidas durante la Segunda Guerra Mundial.