Yoon Suk Yeol, candidato del principal opositor Poder del Pueblo, ganó las elecciones presidenciales del 9 de marzo tras protagonizar una feroz rivalidad con Lee Jae Myung del partido en el poder The Minjoo. De hecho, la diferencia de votos entre ambos no llegó siquiera a un punto porcentual al finalizar el escrutinio.
La victoria electoral de Yoon se confirmó sobre las 4:00 de la mañana del jueves 10, relativamente tarde en comparación a otros comicios presidenciales previos, al superar la tasa de papeletas escrutadas el 98%. Entonces, el candidato oficialista admitió la derrota y felicitó a su rival opositor, mientras que este agradeció a los electores por el apoyo mostrado.
La diferencia de votos obtenidos entre Yoon y Lee es la más ajustada de la historia electoral de Corea, e incluso inferior a la registrada en las elecciones presidenciales de 1997, cuando Kim Dae Jung resultó electo tras lograr un 1,53% más de apoyo que su rival Lee Hoe Chang.
La elección de Yoon Suk Yeol implica un cambio en el poder y Corea volverá a estar bajo un gobierno conservador. Su tarea más inmediata será promover la cohesión social, tras el duro enfrentamiento entre conservadores y progresistas durante el periodo de campaña, además de lidiar con conflictos interregionales, ideológicos y de tinte social, además de los problemas intergeneracionales y de género.