Ante el persistente aumento de enfermos graves de COVID-19, el Gobierno ha decidido reforzar la gestión y asignación de camas hospitalarias para estos pacientes.
A tal efecto, las autoridades sanitarias evaluarán a diario si la condición de los enfermos es lo suficientemente grave como para asignarles una cama en unidades de cuidados intensivos, un procedimiento que en estos momentos realizan cada semana. El cambio se atribuye a la tasa de ocupación de camas, que últimamente se acerca al 50% a nivel nacional.
También implementarán pautas especiales para el puente de Chuseok, periodo festivo que comenzará el próximo viernes, durante el cual los contagios podrían repuntar de nuevo. Operarán, por ejemplo, más de 3.000 puestos "one-stop" de diagnóstico, de modo que cualquier persona con algún síntoma sospechoso pueda examinarse y recibir prescripciones de ser necesarias, así como 145 centros de consulta médica, un 80% más de lo habitual.
Elevarán, además, en más de un 25% el número de agentes sanitarios en las áreas de servicio en las autopistas y ofrecerán pruebas PCR gratuitas en las cuatro áreas más concurridas del país a todos los ciudadanos, no solo a los de edad avanzada.