Un primer informe concluye que la avalancha mortal de Itaewon sucedió al acumularse gran cantidad de gente en un callejón estrecho y en pendiente, uno de los muchos callejones de la zona que conforman la singular arquitectura del barrio. 

Dicho callejón es una vía que conecta la avenida principal de Itaewon y la calle paralela, donde concurren cientos de bares, cafés, restaurantes y populares establecimientos de ocio nocturno. 

Con 4,2 metros de ancho, permitiría pasar a la vez un máximo de cinco o seis adultos en paralelo, aunque las muertes se concentraron en apenas 5,7 metros, sección de los 40 metros de largo donde más personas se asfixiaron y mostraron síntomas más graves.

Esto implica que en una superficie de apenas 18,24 metros cuadrados murieron más de 150 personas. 

También agravó la situación la pendiente de la calle, de unos seis grados, considerada elevada para una gran ciudad como Seúl. 

Tan multitudinaria aglomeración de gente impidió las tareas de rescate, que se complicaron a medida que más personas empezaron a mostrar problemas cardio respiratorios.