La Policía ha obtenido las grabaciones de unas cincuentas cámaras de vigilancia instaladas en la zona de la avalancha del sábado 29, que reflejan gran afluencia de personas en los principales callejones del barrio.
Por el momento han comenzado a analizar las imágenes y también vídeos de ciudadanos comunes subidos a internet y redes sociales, para intentar detectar algún movimiento o hito decisivo que provocara las caídas que precedieron a la avalancha humana.
También ha empezado la inspección policial de la zona del desastre, un angosto callejón de 3,2 metros de ancho en su parte más estrecha, de cara a descubrir si había alguna instalación ajena a las normas que impidiera el paso, o hallar cualquier pista para saber cómo empezó todo.
En paralelo, la Policía ha activado una investigación interna para saber si las jefaturas implicadas respetaron el protocolo de prevención establecido.