El Centro de Medidas contra Desastres anunció el viernes 23 que, tras consultar con expertos y con los partidos políticos, han decidido suprimir la obligatoriedad de usar mascarilla en interiores de forma gradual, considerando la evolución del virus, el grado de riesgo en cada instalación, el ratio de contagios y el volumen de enfermos graves y de muertes, entre otros factores. 

Salvo los mencionados centros de riesgo, donde su uso seguirá siendo obligatorio, plantean hacer una transición en dos fases.

Activarán la primera fase al darse dos de estas condiciones: remisión de contagios durante dos semanas, disminución semanal de pacientes graves y tasa de mortandad de hasta el 0,10%, ocupación de UCIs inferior al 50%, o dosis de refuerzo superior al 50% entre los mayores. 

En tanto, prevén activar la segunda fase cuando el riesgo de covid-19 esté bajo control.