Corea puede considerar como "exitoso" el control sanitario en playas, y ha sido definida por la prensa extranjera como "caso ejemplar". 

Principalmente, la efectividad del sistema alude a las playas de la costa donde los veraneantes pueden acceder tras introducir sus datos en el registro de visitantes, comprobar la temperatura corporal y recibir una pulsera de color azul, que deben llevar siempre puesta, como garantía de estar registrados en el sistema y de ausencia de fiebre. 

Asimismo, las playas están cercadas y los parasoles mantienen una distancia de dos metros entre sí, mientras que las tareas de desinfección son frecuentes en espacios comunes, como baños o zonas para fotos. 

En tanto, también destaca el llamado "semáforo de concurrencia", dispositivo que muestra con colores el grado de densidad de visitantes en las cincuenta playas más populares del país. 

El control de las playas de Corea fue presentado por la BBC como caso ejemplar, enfatizando que el secreto de su éxito reside en el estricto registro de visitantes, en los continuos programas para sensibilizar a los veraneantes sobre la importancia de respetar las pautas sanitarias, y en los esfuerzos por evitar aglomeraciones y multitudes, al mantener la distancia de seguridad.