El Gobierno presentó el lunes 7 una estrategia llamada Neutralidad de Carbono 2050, destinada a reducir la emisión de contaminantes y a promover la ecología industrial.
Su eje vertebral es cambiar la estructura de los cuatro sectores con mayor emisión de carbono: siderurgia, fábrica de cemento, petroquímica y refinería. Concretamente, en el caso de la siderurgia, las autoridades promoverán el uso de sistemas basados en hidrógeno y electricidad, mientras que para refinar petróleo aplicarán técnicas de captación de dióxido de carbono.
En cuanto a generación eléctrica, que actualmente depende del carbón en un 40%, aumentarán la tasa de aprovechamiento de fuentes renovables, como energía eólica marina.
Mientas, en transporte agilizarán la distribución de vehículos eléctricos y de hidrógeno, además de ampliar las redes de trenes urbanos e interurbanos, para promover medios alternativos de transporte e implementar nuevos modelos de movilidad, como lanzaderas autónomas.
Asimismo, el Gobierno se esforzará por crear un ecosistema favorable a los sectores bajos en carbono, como baterías secundarias y bioindustrias, sin descuidar el apoyo a otros que perderán terreno durante la transición, como el de respuestos para coches de combustión interna.