Japón ultima su plan de verter aguas contaminadas de Fukushima al océano, aumentando la inquietud en el sector pesquero surcoreano.
Aunque el Gobierno surcoreano ha anunciado que adoptará todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los productos marítimos, su discurso no parece suficiente para paliar la preocupación del sector ni de los consumidores.
La Cooperativa de Pescado de Busan, el mayor mercado de productos marítimos del país, aboga por realizar pruebas de seguridad de las mercancías in situ y por revelar los resultados de forma transparente. Alegan que por mucho que el Gobierno se haya comprometido a reforzar la seguridad alimenticia de los productos pesqueros, sin medidas concretas parece difícil calmar la preocupación de los consumidores.
En cuanto al anuncio gubernamental de designar un presupuesto complementario para subvencionar la compra de equipos de prueba, aseguran que hasta la fecha no han recibido ningún subsidio, ni tampoco han recibido una explicación detallada por parte del Ejecutivo.
Así, urgieron a adoptar medidas concretas, efectivas y viables al respecto, y a valorar de antemano las consecuencias que podría tener en el sector pesquero y en las zonas marírimas de Corea el vertido de aguas de Fukushima, además de preparar subsidios ante posibles perjuicios.