Los precios al consumidor subieron un 2,7% en junio, respecto al año anterior.

Según informó la Oficina Nacional de Estadística, el índice de precios al consumidor marcó en ese mes 111,12 puntos, registrando un aumento inferior al 3% por primera vez en 21 meses desde septiembre de 2021, ante el abaratamiento del petróleo y derivados, así como la atenuada carestía de servicios. 

El aumento de los precios al consumidor lleva meses perdiendo impulso, pues entre marzo y mayo de 2023 pasó del 4,2% al 3,3%, mientras que en junio cayó por debajo del 3%. Así, la tendencia bajista se mantuvo desde marzo, cuando alcanzaron un 4,2%, para bajar al 3,7% en abril y al 3,3% en mayo. 

La ralentización del aumento de precios se atribuye al descenso en las cotizaciones internacionales del petróleo y derivados, concretamente de gasolina y de diésel, cuyos precios bajaron un 25,4% respecto al mismo periodo de 2022, registrando el mayor descenso desde 1985, año en que Corea del Sur comenzó a elaborar estadísticas relacionadas.

También influyeron los precios de los servicios, que en junio subieron un 3,3% interanual, 0,4 puntos menos que el año anterior. En concreto, los precios de los restaurantes aumentaron un 6,3%, registrando el menor margen en 16 meses. 

Por tipos de bienes, los precios que más subieron fueron los de prendas de vestir y calzado, con un 7,8%, seguidos de servicios de hostelería, vivienda, agua y electricidad. En cambio, los precios del transporte bajaron un 11%.

El Banco de Corea prevé que la subida de los precios al consumidor mostrará un ritmo pausado durante el mes de julio, aunque podría volver a aumentar durante los próximos meses, hasta alcanzar un 3% o niveles superiores a finales de año.

Dicha previsión contempla diversos factores de incertidumbre, como las fluctuaciones de precios en el mercado mundial de petróleo, la volatilidad de la coyuntura económica nacional e internacional, y el aumento de tarifas de servicios públicos básicos a nivel interno.