El Banco de Corea mantendrá el tipo de interés en el 3,5% anual, frenando posibles subidas por cuarta vez este año, tras mantener congelados los tipos en febrero, abril y mayo.
La decisión refleja un contexto inflacionario y de incertidumbre en cuanto a temas financieros clave, como la tasa de referencia en Estados Unidos.
Considerando dichos factores, el banco central decició no modificar el tipo actual y supervisar en detalle la coyuntura económica.
En un comunicado de prensa sobre directrices de política monetaria, aludió a la tasa de inflación como factor clave en su decisión, detallando que aunque los precios al consumidor muestran signos de desaceleración, podrían volver a superar el 3% después de agosto.
En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los elementos de volatilidad, estimó que podría superar el último pronóstico del 3,3%.
El banco también hace hincapié en la necesidad de atender al creciente endeudamiento de los hogares, explicando que la actual situación complica aumentar el tipo de interés.
De cara a la segunda mitad del año, anticipó incertidumbre ante la lenta recuperación de China, directamente vinculada a las tasas de interés.
El Banco de Corea explicó que se enfocará en la estabilidad de precios a la hora de adoptar futuras políticas monetarias y optará por una postura restrictiva por un periodo considerable.
Tras esta nueva medida, la diferencia con Estados Unidos, cuyos tipos actualmente oscilan entre el 5% y el 5,25%, se mantiene en 1,75 puntos porcentuales.
Finalmente, en cuanto a las proyecciones de crecimiento para este año, el Banco de Corea mantuvo su pronóstico en un 1,4%, al estimando una mejora de las exportaciones en el sector de tecnologías de la información.