El Banco de Corea prevé un menor impacto del "efecto China", y descarta una tracción como la que el gigante asiático solía ejercer antes en demanda y exportaciones, invitando a replantear la estrategia de comercio exterior de Corea del Sur, hasta la fecha muy dependiente de ese país. 

En un informe sobre los cambios surgidos en China califica de "limitante" el impacto de China en Corea del Sur a futuro, considerando la evolución de la economía china. 

En concreto, destaca que a mediados de la década de 2010, China pasó de centrarse en inversiones inmobiliarias como motor de crecimiento al consumo y desarrollo de nuevos sectores. Esa transición llevó a un estancamiento del mercado inmobiliario y de sectores convencionales, como la producción textil y el ensamblaje de computadoras, al tiempo de apostar por nuevas industrias de tecnología punta, como vehículos eléctricos, baterías secundarias y energía solar. 

Esa transformación disminuyó el nivel de dependencia de China de las importaciones, principalmente de 2017 a 2020, cuando las exportaciones de Corea del Sur hacia el mercado chino comenzaron a remitir. 

Por otra parte, el Banco de Corea destaca que el menor impacto del "efecto China" en la economía surcoreana también obedece a la mejora de competitividad del país vecino en producción de bienes intermedios y tecnología. En este sentido, anticipa una feroz rivalidad entre China y Corea, ante la emergencia del gigante asiático como uno de los mayores exportadores de coches eléctricos del mundo. 

En consecuencia, el banco central llama a redefinir la estructura de comercio exterior de Corea del Sur, que actualmente depende en gran parte de China, y urge a ampliar las exportaciones a dicho país a bienes de consumo.