La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el miércoles 16, hora de Nueva York, una resolución sobre derechos humanos en Corea del Norte. Por decimosexto año consecutivo desde 2005, la ONU condena la vulneración de derechos humanos en ese país e insta a mejorar la vida de sus habitantes. 

La resolución, adoptada por unanimidad, denuncia que persisten las torturas y la violencia sexual, los campos de concentración para presos políticos, además de restricciones a la libertad religiosa y al derecho de reunión o asamblea. 

Además, desde 2014 recomienda presentar los hechos ante el Tribunal de Justicia Internacional y adoptar medidas para sancionar a los culpables, señalando como máximo responsable a Kim Jong Un. 

Como novedad, este año destaca el posible aumento de restricciones sobre los derechos básicos por la pandemia del COVID-19. En este contexto, exhorta al régimen de Pyongyang a autorizar las misiones de organismos internacionales, alegando que retos sanitarios como el actual pueden empeorar la situación humanitaria en Corea del Norte.