Los líderes de la Unión Europea se reunieron el jueves 4 en París, de forma presencial y virtual, para coordinar su postura ante la guerra en Ucrania. El encuentro tuvo lugar poco después de la reciente muestra de unidad entre Corea del Norte, China y Rusia en Beijing.
Durante la cita, los jefes de Estado y de Gobierno de 26 países occidentales acordaron convertirse en garantes de seguridad para Ucrania una vez que se alcance un alto el fuego o el fin de las hostilidades.
Aunque el compromiso no incluyó detalles concretos, se barajan posibilidades como el eventual envío de tropas o la cesión de bases militares, propuestas aún en discusión.
Los dirigentes subrayaron que no se trata de preparar una guerra contra Rusia, aunque dan por hecho que el Kremlin reaccionará con firme oposición, en línea con su rechazo a cualquier despliegue occidental en la región.
Los resultados de la cumbre fueron comunicados al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mientras que el mandatario francés, Emmanuel Macron, adelantó que la posición de la Casa Blanca sobre las garantías de seguridad para Ucrania se conocerá en los próximos días.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también participó en el encuentro. En su intervención planteó la posibilidad de un modelo de armisticio inspirado en el caso coreano, aunque advirtió de que sería insuficiente para su país, ya que, a diferencia de Seúl, Kiev carece de un aliado central como Washington que respalde de forma directa su seguridad.