El Gobierno de EEUU ha hecho pública su negativa a usar minas antipersona en ningún país del mundo, excepto en la península de Corea.
En palabras de su mandatario Barack Obama, prometió que no solo dejará de producir, usar o adquirir dicho tipo de armamento, sino que destruirá sus remanentes.
Sin embargo, el Gobierno estadounidense ha decidido dejar fuera de este compromiso a la península coreana, al considerar que se trata de una región "técnicamente" aún en guerra.
Concretamente, el secretario de Estado de Washington, John Kerry, enfatizó durante la reunión de Exteriores celebrada entre Corea del Sur y EEUU el 23 de septiembre en Nueva York, hora local, que la negativa de su Gobierno a usar minas antipersona no afectará en absoluto al compromiso estadounidense por la seguridad en la península coreana.